Para quien se que me lee: J y para mis Princesas que se que me leerán…
Se vienen las “votaciones” este domingo 27 que califico como las más ridículas de nuestra historia. Y digo ridículas por su formato, su sesgo político que cae en lo más que obvio, irónico incluso y que en voz de sus “borregos a costo de impuestos locales” seguidores, será un “éxito” con más de 1 millón de votos.
Si le llaman “éxito” a que participe menos del 1% de la población del país, ahora entiendo su visión de perdedores.
Me fascina la historia, algunos lo saben. Los que no, sepanlo. De las espantosas clases de primaria, secundaria y preparatoria, con profesoras y profesores negados para generar el más mínimo interés al amparo de libros aburridos y hechos sabe Dios por quién, pero convencidos de aburrir hasta el hartazgo.
Tuve la fortuna de encontrarme en casa de mi abuelo los famosos Archivos Fotográficos Casasola. Conocí el pasado y conocí una pasión en mi.
“El pasado y su historia me permiten ver, leer y entender mi presente. Unico momento que puede definir mi futuro” Yo.
Este artículo que a continuación leerán, me tomó varios días hacerlo. Unos leyendo y escuchando varias veces a Andrés Manuel o Manuel Andrés López Obrador… vale madre; al Peje.
Encontré todo lo que pude del tema (Reforma Energética y sus convicciones) que él dijese, incluso a pesar de casi la mentada de madre de mi familia, cuando compré la película de su cuate Mandoki (“El Fraude”), además de que tenía prometido verla. Para el tema y mi análisi retomé mis apuntes que por 4 años viviendo en Chile y Argentina, tomé; ví otra vez mis videos que compré (de ambos lados, malos vs buenos y viceversa), libros, historia de Chile, apuntes de pláticas, etcétera. Y me puse a escribir…
Este artículo es largo, pero como soy el dueño de este espacio y no hay democracia en mi espacio, lo dejo largo y lo disfruto largo. Que el pueblo me lea…
OBJETIVO.
Peje; si admiras a Salvador Allende Gossens, como dices por todos lados, considera:
1. Leer su historia y entenderla.
2. Leer la historia de Chile y lo que hizo y no hizo.
3. Ya si leíste y dices entendido, aprende a que no se cometen errores que ya se vivieron (¿no es eso de lo que se trata la historia, además de lo maravillosa que es?).
4. Si tanto lo admiras ¿por qué no te das cuenta que estás lejos, muy lejos de poder emular algo que es tán inaccesible a tu risoria persona? Neta que cada día te entiendo menos.
5. Que lean tus cuates también, les puse comentarios que cualquier tonto entenderá.
6. Concluyo que lo admiras, pero NO lo conoces, ni conoces SU historia, SUS enemigos (que por cierto son sus propios cuates, y que conste que cualquier semejanza es mera coincidencia) y SUS tiempos.
7. Finalmente, como del 1 al 6 te valen madres, el objetivo más importante es divertirme haciendo un análisis de la Historia de Chile en la época de tu heroe y los acontecimientos que si lo lees, te sirven de guía práctica para dejar de hacer SANDECES COMO TU “VOTACIÓN” DEL 27 DE JULIO DE 2008 en MI ciudad.
Lo más parecido al ejercicio que pretenden el próximo 27 sería un plebiscito y no una votación. Un ejemplo fue aquel que con mucha seriedad se realizó en 1988 en la República de Chile. Exactamente el 5 de octubre, durante el Régimen Militar siendo presidente el Gral. Augusto Pinochet. Se basaron aplicando las disposiciones transitorias (27 al 29) de la Constitución Política de 1980. Para decidir si Pinochet seguiría siendo Presidente del país hasta 1997.
Había dos opciones muy claras y no erroneas, confusas e incompletas como las tuyas: SI o NO, que decían:
SI, que aprobaba al candidato propuesto (Augusto Pinochet) por un periodo de 8 años. Entrando al término de dicho periódo, la vigencia de las normas permanentes de la Constitución.
NO, que no aprobaba al candidato propuesto, quedando en función el actual Presidente (Augusto Pinochet) solo por un año más junto con la Junta de Gobierno y terminando el plazo, aplicar las normas permanentes de la Constitución y convocar a elección de Presidente de la República y parlamentarios.
Como sabes y sabemos, ganó el NO (55.99%), votaron 7 millones 435 mil chilenos. Y esto asumo que lo saben, pero lo más importante, asumo que se entiende que dicho gobierno tuvo “los tamaños” para ubicarse en un momento de cambio, ante circunstancias diferentes a su origen y sobretodo a entender que pretender mantenerse en el poder a toda costa, iba en contra de los intereses propios de la Nación, de sus habitantes y de la lógica ¿Conoces de eso?
No es tema ahora, pero ahí re-surgió la democracia chilena, el “milagro” chileno cimentado en un orden estricto y claro de formatos y fondos de nación que hoy, tristemente veo, que nuevamente el populismo y la demagogia quieren volver a borrar.
Al ganar el “No”, la Concertación (grupo de diferentes partidos que se unieron apoyando el NO) propició una reforma constitucional, que permitiera una "transición consensual a la democracia" y superar el debate sobre la legitimidad de la Constitución, realizándola conforme al mecanismo contenido en ella, que implicaba, dentro de dicho periodo transitorio, ser ratificada en otro plebiscito. Tras un acuerdo entre gobierno y oposición, se realizó una reforma sometida al segundo plebiscito, que se llevó a cabo el 30 de julio de 1989.
En diciembre del mismo año se realizaron las elecciones presidencial y parlamentaria, donde fue electo como Presidente de la República Patricio Aylwin, iniciándose el período de la historia de Chile conocida como transición a la democracia.
Con ello terminó el gobierno militar de poco más de 17 años, estando al frente el Gral. Augusto Pinochet y la Junta de Gobierno, que surge: NO de un golpe orquestado por intereses de unos cuantos poderosos (tu dices eso al hablar de tu heroe), NO de la posibilidad de un país que en el socialismo caminaba al éxito (también lo mencionas, sigue leyendo...) y NO del fracaso de una nación en transcición que se liberaba del yugo de intereses de imperios capitalistas… que tán románticamente suena, cuando el señor de la foto (que te pongo abajo), le puso en su Madre a un país y que te cuento a detalle como y entonces por que surge el golpe de Estado y comienzan esos 17 años que dieron fundamento a lo que espero que Bachelet no se heche tan rápido como su comadre la señora de Kirchner en la Argentina…
Tu heroe (a lado)… Salvador Allende Gossens, nace en Valparaíso, el 26 de junio de 1908 (Cáncer… ¿romántico?), fue médico y político socialista – marxista chileno.
Fue candidato a la Presidencia de la República en cuatro oportunidades (fijate en su perseverancia y respeto a la legalidad, que luego pierde): en 1952; en 1958; en 1964 y, finalmente, en 1970 gana tras una reñida elección a tres bandas, donde obtuvo la primera mayoría relativa de un 36.3%, siendo electo por el Congreso Nacional.
El gobierno de tu heroe Allende, apoyado por la Unidad Popular (UP), un conglomerado de partidos de izquierda, que me suena conocido; destacó tanto por el intento de establecer lo que decían a gritos un “camino alternativo” (hay, esa palabrita, será…) hacia una sociedad socialista, la "vía chilena al socialismo" como la llamaba Allende.
Que lo que si fue y logró, sin nombrecitos y con hechos; fue la nacionalización del cobre, la polarización política en medio de la Guerra Fría y una grave crisis política, económica y financiera que llevaron a Chile a la casi total quiebra e ingobernabilidad total.
Su gobierno, que alcanzaría a durar mil días (y que para muchos chilenos escuche decir: los más largos de la historia), terminó mediante un golpe de Estado el 11 de septiembre de 1973, en que participaron las tres ramas de las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de Carabineros, terminó tres años antes del fin su mandato constitucional; ese mismo día, luego que el Palacio de La Moneda fue atacado por aviones y tanques, ante su negativa a abandonarlo, Allende (dicen) se suicidó. El fin de su gobierno daría inicio al Régimen Militar.
Volvamos unos años, gana el 4 de septiembre de 1970 con un 36.6%, dejando a Jorge Alessandri Rodríguez y a Radomiro Tomic Romero con ganas. Alessandri era el candidato de la derecha y Tomic el radical. El Congreso lo proclama Presidente de la República de Chile el 3 de noviembre de 1970 hasta el 3 de… noviembre de 1976.
-¿Y qué pasó? Románticamente (… soy Cáncer) me imagino que me preguntas y te cuento:
La economía.
Nombró un gabinete y entre ellos la pieza clave de este asunto fue Pedro Vuskovic (que duró solo 2 años en la chamba cuando su modelito se empezo a caer como rompecabezas mal pegado), fue nombrado Ministro de Economía. Éste hizo y propuso el plan de transición del capitalismo al socialismo “a la chilena” que consistía en: 1. Estatizar las áreas “claves” de la economía. Que lo clave se volvió muy amplio. 2. Nacionalizar y estatizar a la industria minera del cobre. Chile tiene yacimientos de cobre impresionantes, si no es que los más grandes del continente. 3. Acelerar la reforma agraria. Nunca hablaron de producción, ni de sus formas, ni de sus estrategias, simil en casi toda latinoamérica. 4. Congelar los precios de las mercancias. ¿Y La inflación que ello generaría? Vale madres, luego vemos… 5. Aumento de los salarios de todos los trabajadores, pagándolos con emisión de billetes. ¿Acaso alguien cree en semejante barbaridad? Vuskovic y tu heroe si. 6. Modificar (claro como todo sería lindo, lindo) la Constitución y crear una cámara única. Y que bueno que están en contra de las dictaduras de poderes unicos, concentrados e ilimtados, incongruencia majestuosa…
Y ahora, las formas para cumplir lo antes propuesto; que son de colección. La estatización de las empresas se llevó a cabo con el uso de ciertos resquicios legales, que databan de la República Socialista (1932) y que cayeron en el olvido, pero que no por eso dejaban de tener valor legal. El resquicio consistía en que, cuando alguna empresa considerada “clave” de la economía detenía la producción, el Estado la podía intervenir para que volviera a producir. La forma que idearon de hacerlo era paralizar las empresas con trabajadores pro Unidad Popular (el partido), que pedían la intervención del gobierno, el cual requisaba la industria.
El sistema fue juzgado ilegal por tribunales, pero fue sancionado como legal por la Contraloría General de la República (puesto que emanaba del Ejecutivo, convenientemente). Algo así como que un predio es usado por delincuencia organizada, entonces el Estado procede por interés público a incautar el inmueble y a expropiarlo ¿Conocen el caso?...
También se usaba el sistema más clásico de compras de acciones a través de la CORFO (Corporación de Fomento de la Producción) cuando la empresa era una Sociedad Anónima. La CORFO tenía fondos del Estado (¿recuerdan eso de los billetitos?). Que si el precio de la acción subía cuando sus dueños originales recompraban para salvar su patrimonio, automáticamente y como por arte de magia los “trabajadores pro UP” reportaban no poder trabajar y entonces el Estado “salvaba” esa empresa.
La nacionalización de la minería se llevó a cabo, siendo aprobada el 15 de julio del 71 en el Congreso. La Ley hecha ad-hoc, proponía que a las empresas mineras se les pagaría una indemnización, PERO restándole las «utilidades excesivas» que habían tenido durante los últimos años producto de los bajos impuestos que pagaban. Metafórica ley muy adecuada. Por este sistema, las empresas internacionales como Anaconda y Kennecott no recibieron un solo centavo. En un discurso durante su visita a Nueva York en 1972 en el marco de una reunión ante las Naciones Unidas, Allende respaldaba la Nacionalización del Cobre argumentando que las empresas mineras norteamericanas Kennecott y Anaconda habian obtenido ganancias cercanas a los 4 mil millones de dólares en las últimas décadas. No se reportaron auditorías o libros de análisis económicos que resultaren en saldos analizables en ambos casos.
Para profundizar la reforma agraria, se siguió utilizando la ley de reforma agraria de Eduardo Frei, que tenía varios vacíos legales que la Unidad Popular aprovechó al máximo, propiciando la «toma de tierras» por los campesinos, haciendo que la CORA (Corporación de la Reforma Agraria) expropiara los fondos. A finales del año 1971, se llevó a cabo la expropiación de más de dos millones de hectáreas. Estas tomas empezaron a encender ánimos más y más violentos por los enfrentamientos entre terratenientes y campesinos.
De la congelación de precios y el aumento de sueldos, al finalizar el año 1971, aparecerían los primeros problemas economicos, que ya no pararían. El déficit presupuestario creció a un ritmo acelerado, del 3.5% en 70 a 9.8% en 71; la política monetaria se descontrola al crecer en un 124% el crédito del sector público; cae el nivel de reservas internacionales de 394 millones de dólares (1970) a 163 (1971), por lo que el gobierno de la Unidad Popular suspende el servicio de la deuda externa (moratoria); la balanza comercial paso de un superávit de 95 millones al iniciar el gobierno a un déficit de 90 millones, tras la abrupta caída del precio del cobre; a causa del incremento de los salarios reales y los controles de precio, se produjo una contracción de las utilidades corporativas y aparecen las primeras señales de desabastecimiento en el segundo trimestre de 1971, que concluyo con la aparición de un floreciente mercado negro (eso de los piratas como que van de la mano en estos modelos...).
“Logros” todos, en tan solo 1 año.
La política.
Es sumamenete interesante observar como la izquierda chilena que en 1970 se une como nunca por un solo candidato y que llega al poder. Se vuelve su peor enemigo en solo 1 año.
Empezemos con la ensalada de cuates.. Un partido fuerte de la Concertación que ya había mencionado; la Democracia Cristiana (DC) se aleja de la Unidad Popular (UP) a causa del asesinato de su lider y ex ministro de Frei, Edmundo Pérez Zujovic a manos del grupo VOP (Vanguardia Organizada del Pueblo) ultra izquierdistas y relacionados a la UP, en junio de 1971. A esto sumemos su baja en las elecciones (DC), los desinhibidos ataques en su contra de la prensa oficialista y el aumento de la espiral de violencia.
La DC se acercó entonces al Partido Nacional (PN), de tendencia derechista. Su primera acción conjunta se dio en la elección complementaria de un diputado en Valparaíso, en la que el candidato democratacristiano, Oscar Marín, ganó con el apoyo del PN. Primer amasiato entre la vieja buenona del barrio con el galán de la alta. Luego ambos en la “alcoba” del poder en medio del “cuchiplancheo” se coludieron para hacer una acusación constitucional contra el ministro del Interior, José Tohá, por su responsabilidad en los hechos de violencia. Acusaciones parecidas ya había planteado el PN contra los ministros, pero la DC se había negado a seguirlos hasta entonces. Lo que hace el “placer del amante”.
Allende removió a Tohá del Ministerio del Interior, pero lo colocó inmediatamente en la cartera de Defensa, en un acto de clara provocación hacia el Congreso (muy desatinado su berrinche). Se inició de este modo la alianza DC-PN para oponerse al gobierno de la UP, realizando multitudinarias manifestaciones de repudio a la política del Gobierno, que darían paso a verdaderas batallas campales entre los manifestantes y grupos de izquierda. La violencia política se expande.
El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) intensificó sus actividades terroristas y el Partido Socialista de Chile (PS) eligió como directiva al ala más radical del socialismo, dirigida por el senador Carlos Altamirano. Ambos grupos (el MIR y el PS) desconfiaban de la vía pacífica de Allende y seguían las enseñanzas del Che Guevara sobre la lucha subversiva.
Economía otra vez.
Mientras tanto, para acabarla de joder la economía dejó de crecer. El incremento de las remuneraciones del sector público, la expansión de los subsidios a las empresas publicas y el deterioro de la recaudación tributaria, no adaptada a un ambiente inflacionario (además de que ya todos eran empleados del propio Estado), generan un creciente déficit público de magnitud impresionante.
Todo este gasto se financió mediante emisiones monetarias inorgánicas (sin fundamento de riqueza) del Banco Central. El resultado fue un incremento de la cantidad total de dinero circulante de 173% en 72 a 413% en 73. El crecimiento del país llegó a ser de -1.21% en 72 y un -5.57 en 73, la inflacion que decían invisible y que “si se puede”; llego en 72 a un 225% y en 73 a un 606%, cayeron los salarios reales un -11.3% en 72 y un -38.6% en 73, el déficit llegó al 25% del PGB (Producto General Bruto) y la deuda externa aumentó a 253 millones de dólares.
Política que sigue y sigue descomponiendose.
Allende, buscando una solución a la crisis, intentó un acercamiento con la DC. El primer intento fue con el proyecto de reforma constitucional Hamilton-Fuentealba que fue vetado por el Ejecutivo. Antes de que el Parlamento respondiese al veto, se desarrollaron una serie de conversaciones entre el Gobierno y la DC para hacer aprobar la reforma, de tal forma que el traspaso de las empresas al «área social» de la economía fuera legal y pacífico. La piedra de tope era que habría que devolver las empresas expropiadas ilegalmente o de forma legalmente dudosa.
A Allende no le quedan muchas opciones. Si el golpe de Estado todavía no se daba, fue porque el recuerdo del comandante René Schneider y su doctrina (según la cual las Fuerzas Armadas deben apegarse estrictamente a la Constitución y las leyes) lo detenía. Pero el recuerdo se iba esfumando y la realidad impulsaba a las Fuerzas Armadas a tomar el camino del golpe de Estado.
Sin embargo, el comandante en jefe era Carlos Prats, hombre institucional que jamás en su vida se hubiera plegado a un golpe de Estado, por lo que si las otras ramas de las fuerzas armadas lo intentaban, se podrían eventualmente enfrentar al Ejército y devenir en una guerra civil. El Partido Comunista (PC) lanzó entonces su campaña «No a la Guerra Civil», momento que se antojaba de unión. Pero en esos mismos instantes críticos, Carlos Altamirano, secretario general del PS (Socialistas), decía: «El golpe no se combate con diálogos, se aplasta con la fuerza del pueblo». En una esquina la izquierda, en la otra la izquierda!...
Sumemos entonces, el desabastecimiento, la reforma agraria, las «tomas de tierras», los grupos armados, los cordones industriales y la izquierda, la izquierda... todos eran todos motivos de discordia entre los chilenos, cuya convivencia democrática estaba rota y ya existían grupos que hablaban directamente de realizar un golpe de Estado.
El 11 de junio, el Congreso aprobó la reforma constitucional Hamilton-Fuentealba por 106 votos, la cual volvió inexpropiables los predios inferiores a 40 hectráreas y dio garantías a los comerciantes y transportistas. Allende se negó a promulgar toda la reforma y se limitó a publicar aquélla parte en la que no tienen grandes diferencias la DC con la UP. Se basó en la facultad que tiene el presidente de vetar una ley, tomó decisiones "a medias" en momentos definitivos. La capacidad de su discurso contundente se contraponía a sus decisiones tímidas.
La oposición consideró este acto inconstitucional y la Contraloría General de la República le dio la razón. Ahora Allende se puso al filo de la legalidad (fuera de ella diría yo) al ignorar las facultades de la Contraloría y del poder Legislativo.
El desabastecimiento económico llego niveles extremos, al punto que el propio Presidente tuvo que anunciar el 7 de septiembre que solo quedaba harina para tres o cuatro días.
El 29 de junio, el regimiento blindado número 2, al mando del coronel Roberto Souper, protagonizó un levantamiento militar contra el Gobierno. Los sublevados intentaron tomar el Palacio de la Moneda, enfrentándose a las Fuerzas de la Guarnición dirigidas por el comandante en jefe Carlos Prats en persona, el cual puso en riesgo su vida para obtener la rendición de los sublevados. Los miembros de Patria y Libertad, que estimularon el golpe, se asilaron en la embajada ecuatoriana. El resultado final de este intento que fue conocido como «el tanquetazo», que dejó 20 muertos, de los cuales gran parte fueron civiles.
Alarmado, Allende llamó nuevamente a los uniformados a integrar el gabinete, en esta ocasión con los cuatro miembros máximos de las Fuerzas Armadas, mientras planeó su última arma para salir de la crisis: un plebiscito.
Mientras tanto, las acciones del PS lideradas por Carlos Altamirano ya habían contribuido a que las intenciones de Allende colapsaran. Presumiblemente, Allende planeó convocar a un plebiscito acerca de su permanencia en el cargo de Presidente. Tomó la decisión hasta el último momento, lo que en virtud de su ya creciente diferencia entre el decir y hacer, lo sentenció con una sola persona, como veremos al final de los eventos.
Un plebiscito habría sido una solución viable para Allende. El plebiscito habría consultado a los chilenos sobre su mandato y el Presidente habría renunciado si el resultado le hubiese sido negativo. Si el resultado del plebiscito hubiese sido a favor de la permanencia de Allende en la Presidencia, presumiblemente habría disminuido la probabilidad de un golpe de Estado. Si el resultado del plebiscito hubiese sido adverso a Allende (lo más probable por la descomposición política del país), se habría podido retirar con la cabeza en alto al dejar su mandato por designio de la ciudadanía y no por las presiones opositoras.
Antes del golpe de Estado
El golpe fue planeado por prácticamente toda la plana superior de la Armada, salvo el almirante Montero, pero éste se encontraba aislado y la Armada obedecía al vicealmirante José Toribio Merino. Lo mismo sucedía en la Aviación, excepto por el general César Ruiz, cabeza de la entidad. Mas, al retirarse éste último del Ministerio de Obras Públicas y Transporte (que había asumido como consecuencia del «tanquezazo»), Allende lo obligó a renunciar a ambos cargos, ministro y comandante, asumiendo en su lugar el cargo el militar general Gustavo Leigh, opositor al gobierno (error estratégico provocado por la desesperación de Allende).
El Ejército estaba dividido, pero la balanza cada vez se cargaba más hacía la opción del golpe. En Carabineros, no conspiraban más que dos o tres generales de baja antigüedad, entre ellos el general César Mendoza.
Finalmente cayó el General Prats (el más insitucional que mantenía al filo el golpe). El 21 de agosto, una manifestación de esposas de generales se inició frente a su casa, a la que llegaron también varios oficiales de civil a protestar contra él. Fue insultado y apedreado y, al deshacer la manifestación Carabineros, ésta se volvió a organizar. Llegaron al lugar Augusto Pinochet (considerado el «segundo» de Prats), Allende y sus ministros. Todos fueron abucheados. Prats deprimido y desilusionado, pidió a los generales que reafirmaran su lealtad hacia él; pero como sólo unos pocos lo hicieron, resolvió renunciar a la comandancia en jefe. Recomendó a Allende entonces para el cargo a Pinochet, que tenía una larga hoja de vida como soldado profesional y apolítico.
El 23 de agosto, se reunieron Allende, Prats y Pinochet en el Palacio de la Moneda. Al finalizar la reunión, Pinochet fue nombrado comandante en jefe del Ejército, por el propio Allende.
La ironía.
Las Fuerzas Armadas estaban preparadas para dar un golpe militar mucho antes de pensar en él. Por instrucciones de Allende el Ejército tenía «planes de contrainsurgencia», para el caso de que una subversión (pensada por él como posible de darse con autoría de la derecha y mandos castrenses en desacuerdo) sobrepasase a las Fuerzas de Orden (Carabineros).
Este plan consistía en que el país estaba dividido en diferentes secciones y para cada una se establecía un plan de acción contra la posible insurgencia. Este plan sería la base prima para el golpe y solo tuvieron que adaptarlo a las nuevas circunstancias y fijar a los “contrainsurgentes” en el bando que se pensaba como propio.
El problema era el general Prats, que mantenía su lealtad al presidente y tenía a la guarnición de Santiago y al comando de institutos militares en manos de gente cercana (generales Sepúlveda y Pickering). Se tenía que adelantar el golpe para antes de Fiestas Patrias (18 de septiembre), porque si se retardaba mucho podía ocurrir otro «tanquetazo», ante la situación del país, lo que permitiría limpiar de oficiales golpistas la plana del Ejército. Pero al renunciar Prats, Sepúlveda y Pickering renunciaron en un gesto de solidaridad a su jefe. El nuevo comandante en jefe era Pinochet, del cual no se sabía si era o no golpista, lo cual mantuvo herméticamente sin palabras.
El 7 de septiembre, el Almirante Merino envía al Comandante General del Cuerpo de Infantería de Marina, Contralmirante Huidobro, con una carta escrita en un pequeño papel, el cual comprometía a Pinochet a poner sus fuerzas para el 11 de septiembre, y la hora 6.30 en Valparaíso: atrás debía firmar de enterado.
En una reunión el día 9, Allende a solas comentó a Pinochet su intención del plebiscito. Un hombre escuchó al otro, pero solo uno definió el futuro, el otro ya no tenía credibilidad. Ése mismo día, Pinochet devolvió el pequeño papel con su firma al reverso. El 10 de septiembre, a las 16.00, zarpó la escuadra tal y como estaba previsto, ya que debía participar en las maniobras navales internacionales UNITAS.
Mientras tanto, el Ejército se acuarteló. La razón dada: el probable desafuero de Altamirano el día 11. Este desafuero, según explicó Pinochet al ministro de Defensa, Orlando Letelier, podía causar disturbios, por lo que se hacía necesario el acuartelamiento.
El golpe.
En la madrugada del 11 de septiembre, la escuadra reapareció en Valparaíso y las Fuerzas Armadas tomaron la ciudad. El prefecto de Valparaíso, Luís Gutiérrez, realizó una llamada por el único teléfono que funcionaba en el puerto (línea dejada libre a propósito por los golpistas) para avisar al subdirector de Carabineros, general Jorge Urrutia, que la infantería de marina estaba en las calles y había empezado a tomar posiciones de combate. Urrutia telefoneó a Allende, que se encontraba en su residencia de Tomás Moro. Allende, pidió ubicar a Pinochet y a Leigh (segundo de Pinochet), pero estos eran inubicables.
A las 7:15 horas, Allende se enfiló en su propio auto hacia el Palacio de la Moneda, llegando veinte minutos después. Cargaba con un fusil AK-47 (regalo de Fidel Castro) y con su escolta personal ingresaron al palacio de Gobierno con dos ametralladoras y tres lanzagranadas RPG-7, además de sus armas personales. Paralelamente, llegó a esa hora Pinochet al Comando de Comunicaciones. Se organizaron las redes de comunicaciones con las demás ramas de las Fuerzas Armadas, especialmente con Leigh, que se encontraba en la Academia de Guerra Aérea, y con Patricio Carvajal, que sería el coordinador de todo el golpe, el plan estaba perfectamente trazado. Sepúlveda, director general de Carabineros, llegó a la Moneda y le aseguró a Allende que Carabineros seguía fiel al gobierno. Sepúlveda lo ignoraba, pero Carabineros estába ya controlado por los generales Mendoza y Yovane, subalternos golpistas. La Cadena Democrática, formada por las radios Minería y Agricultura, emitió la primera proclama militar. Allende debía hacer entrega inmediata de su cargo a la Junta de Gobierno, integrada por los jefes supremos de las Fuerzas Armadas: Pinochet, Leigh, Merino y Mendoza (los dos últimos recién autonombrados como jefes supremos de sus ramas, Armada y Carabineros respectivamente). Se le dio también al presidente un ultimátum: si La Moneda no era desalojada antes de las 11.00 horas, sería atacada por tierra y aire. El ambiente en la Moneda era de tristeza, lo peor que podía ocurrirles estaba pasando. Carabineros retira las tanquetas y al personal apostados frente ella Los militares se contactaron con la Moneda y propusieron sacar del país al presidente, pero Allende rechazó la oferta.
A las 9:55 horas, los tanques del general Palacios ingresaron en el perímetro de la Moneda. Francotiradores apostados en los edificios aledaños los trataron de repeler y se inició una balacera. A las 10:15, a través de radio Magallanes, la única pro gobierno que aún no era silenciada, Allende emitió su último mensaje a la Nación y su útlimo mensaje en vida.
A las 10:30 los tanques abrieron fuego contra la Moneda. Los siguieron las tanquetas y la infantería, fuego que fue respondido por los miembros de la escolta presidencial y los francotiradores apostados en los edificios aledaños. Carvajal se comunicó nuevamente con Pinochet, informándole de la intención de negociar. Pinochet exigió una «rendición incondicional». Sin embargo, cedió en ofrecer a Allende salir del país (Carvajal quería negociar y apresarlo) y consiguió que Leigh detuviese el bombardeo aéreo unos minutos para evacuar a las mujeres del interior de la Moneda (a lo que Leigh se oponía).
A las 11:52 horas, los cazabombarderos Hawker Haunter iniciaron su ataque a la Moneda, disparando en cuatro oportunidades sus cohetes sobre la casa de Gobierno. Otros dos aviones bombardearon la residencia presidencial de Tomás Moro. El ataque al Palacio de Gobierno prosiguió con el uso de gases lacrimógenos, pero al ver que la Moneda todavía se negaba a rendirse, el general Palacios decidió tomarla y envió a un grupo de soldados a derribar la puerta del Palacio.
A las 14:30 horas. Allende decidió rendirse y deponer las armas. Entonces, según el testimonio de uno de sus doctores, Patricio Gijón, que regresó para llevarse su mascarilla antigás, con el fusil AK-47, se suicidó disparándose en la barbilla. Palacios entró en el Salón Independencia y se encontró con el cadáver de Allende y el doctor Gijón. Llamó al oficial de radio y entregó su escueto informe: «Misión cumplida. Moneda tomada, presidente muerto». A su vez Carvajal, le comunica por radio a Pinochet: "Hay una comunicación, una información de personal de la Escuela de Infantería que está ya dentro de La Moneda. Por la posibilidad de intervención, la voy a transmitir en inglés: They say that Allende committed suicide and is dead now (Dicen que Allende se suicidó y ahora está muerto)"
A las 18.00 horas ese 11 de septiembre, en calma se conformó la Junta de Gobierno. A excepción de enfrentamientos aislados en Santiago, la junta ya dominaba todo el país. La Unidad Popular y su presidente habían muerto, iniciándose diecisiete años de gobierno militar.
Triste final a un sueño que careció en todo momento de realidad económica y política. Triste final para sueños de utopías que en la voz y en la palabra de “justicia” parecen lograr lo que muchos anhelan.
En efecto, de forma democrática, tu heroe, ganó elecciones, fue elegido, fue respetado y tuvo su oportunidad. Pero no midió a sus propios, no supo conocer los intereses de los que no pensaban en un proyecto de nación. Sus planes eran la venganza, la insurgencia, el combate a la insitucionalidad, el desconocimiento del orden y del respeto a aquello que conforma naciones. La razón fue para ellos sus propias razones, el resultado fue claro.
Un país no es un capricho de poder, un país tiene historia y relaciones, vínculos reales, economías interconectadas que por decretos no se solucionan o se cambian. Triste final para aquellos que creen que repartir resuelve todo, sin dar tiempo a pensar quien producirá lo que se pretende repartir.
Cuando hay pobres por los que ver, suena bueno hablar por ellos. Pero ¿acaso justifica el que no alla ? ¿donde queda el discurso? Visión nublada e incompleta la tuya que sentenciaste a ser por siempre pobres al país.
Decir no a una reforma que ahora en nuestro país criticas por el simple hecho de decir no, es precisamente esa miopía que genera finales tristes. En tu libro de “Proyecto Alternativo de Nación” dijiste necesaria dicha reforma, escrito y dictado por ti mismo.
La razón de la lógica en ese momento, ante la posibilidad de triunfar te hizo caer en la sensatez. Misma que perdiste ante la realidad de tu derrota, tomaste Reforma y quisiste poner en trance a la Nación con tu risible “resistencia pacífica”, pero sumamente dañino ataque a las instituciones.
Eres sumamente debil como para tomar un AK-47. ¿Que se puede pensar de quien ante la negativa de cumplir un objetivo cambia su propia palabra que llamó su convicción? Simplemente que NO TIENES PALABRA VÁLIDA Y HONORABLE, NI MUCHO MENOS RAZÓN REAL DE CONVICCIÓN DETRÁS DE LA MISMA. HUECO, AIRE SOLAMENTE...
Se vienen las “votaciones” este domingo 27 que califico como las más ridículas de nuestra historia. Y digo ridículas por su formato, su sesgo político que cae en lo más que obvio, irónico incluso y que en voz de sus “borregos a costo de impuestos locales” seguidores, será un “éxito” con más de 1 millón de votos.
Si le llaman “éxito” a que participe menos del 1% de la población del país, ahora entiendo su visión de perdedores.
Me fascina la historia, algunos lo saben. Los que no, sepanlo. De las espantosas clases de primaria, secundaria y preparatoria, con profesoras y profesores negados para generar el más mínimo interés al amparo de libros aburridos y hechos sabe Dios por quién, pero convencidos de aburrir hasta el hartazgo.
Tuve la fortuna de encontrarme en casa de mi abuelo los famosos Archivos Fotográficos Casasola. Conocí el pasado y conocí una pasión en mi.
“El pasado y su historia me permiten ver, leer y entender mi presente. Unico momento que puede definir mi futuro” Yo.
Este artículo que a continuación leerán, me tomó varios días hacerlo. Unos leyendo y escuchando varias veces a Andrés Manuel o Manuel Andrés López Obrador… vale madre; al Peje.
Encontré todo lo que pude del tema (Reforma Energética y sus convicciones) que él dijese, incluso a pesar de casi la mentada de madre de mi familia, cuando compré la película de su cuate Mandoki (“El Fraude”), además de que tenía prometido verla. Para el tema y mi análisi retomé mis apuntes que por 4 años viviendo en Chile y Argentina, tomé; ví otra vez mis videos que compré (de ambos lados, malos vs buenos y viceversa), libros, historia de Chile, apuntes de pláticas, etcétera. Y me puse a escribir…
Este artículo es largo, pero como soy el dueño de este espacio y no hay democracia en mi espacio, lo dejo largo y lo disfruto largo. Que el pueblo me lea…
OBJETIVO.
Peje; si admiras a Salvador Allende Gossens, como dices por todos lados, considera:
1. Leer su historia y entenderla.
2. Leer la historia de Chile y lo que hizo y no hizo.
3. Ya si leíste y dices entendido, aprende a que no se cometen errores que ya se vivieron (¿no es eso de lo que se trata la historia, además de lo maravillosa que es?).
4. Si tanto lo admiras ¿por qué no te das cuenta que estás lejos, muy lejos de poder emular algo que es tán inaccesible a tu risoria persona? Neta que cada día te entiendo menos.
5. Que lean tus cuates también, les puse comentarios que cualquier tonto entenderá.
6. Concluyo que lo admiras, pero NO lo conoces, ni conoces SU historia, SUS enemigos (que por cierto son sus propios cuates, y que conste que cualquier semejanza es mera coincidencia) y SUS tiempos.
7. Finalmente, como del 1 al 6 te valen madres, el objetivo más importante es divertirme haciendo un análisis de la Historia de Chile en la época de tu heroe y los acontecimientos que si lo lees, te sirven de guía práctica para dejar de hacer SANDECES COMO TU “VOTACIÓN” DEL 27 DE JULIO DE 2008 en MI ciudad.
Lo más parecido al ejercicio que pretenden el próximo 27 sería un plebiscito y no una votación. Un ejemplo fue aquel que con mucha seriedad se realizó en 1988 en la República de Chile. Exactamente el 5 de octubre, durante el Régimen Militar siendo presidente el Gral. Augusto Pinochet. Se basaron aplicando las disposiciones transitorias (27 al 29) de la Constitución Política de 1980. Para decidir si Pinochet seguiría siendo Presidente del país hasta 1997.
Había dos opciones muy claras y no erroneas, confusas e incompletas como las tuyas: SI o NO, que decían:
SI, que aprobaba al candidato propuesto (Augusto Pinochet) por un periodo de 8 años. Entrando al término de dicho periódo, la vigencia de las normas permanentes de la Constitución.
NO, que no aprobaba al candidato propuesto, quedando en función el actual Presidente (Augusto Pinochet) solo por un año más junto con la Junta de Gobierno y terminando el plazo, aplicar las normas permanentes de la Constitución y convocar a elección de Presidente de la República y parlamentarios.
Como sabes y sabemos, ganó el NO (55.99%), votaron 7 millones 435 mil chilenos. Y esto asumo que lo saben, pero lo más importante, asumo que se entiende que dicho gobierno tuvo “los tamaños” para ubicarse en un momento de cambio, ante circunstancias diferentes a su origen y sobretodo a entender que pretender mantenerse en el poder a toda costa, iba en contra de los intereses propios de la Nación, de sus habitantes y de la lógica ¿Conoces de eso?
No es tema ahora, pero ahí re-surgió la democracia chilena, el “milagro” chileno cimentado en un orden estricto y claro de formatos y fondos de nación que hoy, tristemente veo, que nuevamente el populismo y la demagogia quieren volver a borrar.
Al ganar el “No”, la Concertación (grupo de diferentes partidos que se unieron apoyando el NO) propició una reforma constitucional, que permitiera una "transición consensual a la democracia" y superar el debate sobre la legitimidad de la Constitución, realizándola conforme al mecanismo contenido en ella, que implicaba, dentro de dicho periodo transitorio, ser ratificada en otro plebiscito. Tras un acuerdo entre gobierno y oposición, se realizó una reforma sometida al segundo plebiscito, que se llevó a cabo el 30 de julio de 1989.
En diciembre del mismo año se realizaron las elecciones presidencial y parlamentaria, donde fue electo como Presidente de la República Patricio Aylwin, iniciándose el período de la historia de Chile conocida como transición a la democracia.
Con ello terminó el gobierno militar de poco más de 17 años, estando al frente el Gral. Augusto Pinochet y la Junta de Gobierno, que surge: NO de un golpe orquestado por intereses de unos cuantos poderosos (tu dices eso al hablar de tu heroe), NO de la posibilidad de un país que en el socialismo caminaba al éxito (también lo mencionas, sigue leyendo...) y NO del fracaso de una nación en transcición que se liberaba del yugo de intereses de imperios capitalistas… que tán románticamente suena, cuando el señor de la foto (que te pongo abajo), le puso en su Madre a un país y que te cuento a detalle como y entonces por que surge el golpe de Estado y comienzan esos 17 años que dieron fundamento a lo que espero que Bachelet no se heche tan rápido como su comadre la señora de Kirchner en la Argentina…
Tu heroe (a lado)… Salvador Allende Gossens, nace en Valparaíso, el 26 de junio de 1908 (Cáncer… ¿romántico?), fue médico y político socialista – marxista chileno.
Fue candidato a la Presidencia de la República en cuatro oportunidades (fijate en su perseverancia y respeto a la legalidad, que luego pierde): en 1952; en 1958; en 1964 y, finalmente, en 1970 gana tras una reñida elección a tres bandas, donde obtuvo la primera mayoría relativa de un 36.3%, siendo electo por el Congreso Nacional.
El gobierno de tu heroe Allende, apoyado por la Unidad Popular (UP), un conglomerado de partidos de izquierda, que me suena conocido; destacó tanto por el intento de establecer lo que decían a gritos un “camino alternativo” (hay, esa palabrita, será…) hacia una sociedad socialista, la "vía chilena al socialismo" como la llamaba Allende.
Que lo que si fue y logró, sin nombrecitos y con hechos; fue la nacionalización del cobre, la polarización política en medio de la Guerra Fría y una grave crisis política, económica y financiera que llevaron a Chile a la casi total quiebra e ingobernabilidad total.
Su gobierno, que alcanzaría a durar mil días (y que para muchos chilenos escuche decir: los más largos de la historia), terminó mediante un golpe de Estado el 11 de septiembre de 1973, en que participaron las tres ramas de las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de Carabineros, terminó tres años antes del fin su mandato constitucional; ese mismo día, luego que el Palacio de La Moneda fue atacado por aviones y tanques, ante su negativa a abandonarlo, Allende (dicen) se suicidó. El fin de su gobierno daría inicio al Régimen Militar.
Volvamos unos años, gana el 4 de septiembre de 1970 con un 36.6%, dejando a Jorge Alessandri Rodríguez y a Radomiro Tomic Romero con ganas. Alessandri era el candidato de la derecha y Tomic el radical. El Congreso lo proclama Presidente de la República de Chile el 3 de noviembre de 1970 hasta el 3 de… noviembre de 1976.
-¿Y qué pasó? Románticamente (… soy Cáncer) me imagino que me preguntas y te cuento:
La economía.
Nombró un gabinete y entre ellos la pieza clave de este asunto fue Pedro Vuskovic (que duró solo 2 años en la chamba cuando su modelito se empezo a caer como rompecabezas mal pegado), fue nombrado Ministro de Economía. Éste hizo y propuso el plan de transición del capitalismo al socialismo “a la chilena” que consistía en: 1. Estatizar las áreas “claves” de la economía. Que lo clave se volvió muy amplio. 2. Nacionalizar y estatizar a la industria minera del cobre. Chile tiene yacimientos de cobre impresionantes, si no es que los más grandes del continente. 3. Acelerar la reforma agraria. Nunca hablaron de producción, ni de sus formas, ni de sus estrategias, simil en casi toda latinoamérica. 4. Congelar los precios de las mercancias. ¿Y La inflación que ello generaría? Vale madres, luego vemos… 5. Aumento de los salarios de todos los trabajadores, pagándolos con emisión de billetes. ¿Acaso alguien cree en semejante barbaridad? Vuskovic y tu heroe si. 6. Modificar (claro como todo sería lindo, lindo) la Constitución y crear una cámara única. Y que bueno que están en contra de las dictaduras de poderes unicos, concentrados e ilimtados, incongruencia majestuosa…
Y ahora, las formas para cumplir lo antes propuesto; que son de colección. La estatización de las empresas se llevó a cabo con el uso de ciertos resquicios legales, que databan de la República Socialista (1932) y que cayeron en el olvido, pero que no por eso dejaban de tener valor legal. El resquicio consistía en que, cuando alguna empresa considerada “clave” de la economía detenía la producción, el Estado la podía intervenir para que volviera a producir. La forma que idearon de hacerlo era paralizar las empresas con trabajadores pro Unidad Popular (el partido), que pedían la intervención del gobierno, el cual requisaba la industria.
El sistema fue juzgado ilegal por tribunales, pero fue sancionado como legal por la Contraloría General de la República (puesto que emanaba del Ejecutivo, convenientemente). Algo así como que un predio es usado por delincuencia organizada, entonces el Estado procede por interés público a incautar el inmueble y a expropiarlo ¿Conocen el caso?...
También se usaba el sistema más clásico de compras de acciones a través de la CORFO (Corporación de Fomento de la Producción) cuando la empresa era una Sociedad Anónima. La CORFO tenía fondos del Estado (¿recuerdan eso de los billetitos?). Que si el precio de la acción subía cuando sus dueños originales recompraban para salvar su patrimonio, automáticamente y como por arte de magia los “trabajadores pro UP” reportaban no poder trabajar y entonces el Estado “salvaba” esa empresa.
La nacionalización de la minería se llevó a cabo, siendo aprobada el 15 de julio del 71 en el Congreso. La Ley hecha ad-hoc, proponía que a las empresas mineras se les pagaría una indemnización, PERO restándole las «utilidades excesivas» que habían tenido durante los últimos años producto de los bajos impuestos que pagaban. Metafórica ley muy adecuada. Por este sistema, las empresas internacionales como Anaconda y Kennecott no recibieron un solo centavo. En un discurso durante su visita a Nueva York en 1972 en el marco de una reunión ante las Naciones Unidas, Allende respaldaba la Nacionalización del Cobre argumentando que las empresas mineras norteamericanas Kennecott y Anaconda habian obtenido ganancias cercanas a los 4 mil millones de dólares en las últimas décadas. No se reportaron auditorías o libros de análisis económicos que resultaren en saldos analizables en ambos casos.
Para profundizar la reforma agraria, se siguió utilizando la ley de reforma agraria de Eduardo Frei, que tenía varios vacíos legales que la Unidad Popular aprovechó al máximo, propiciando la «toma de tierras» por los campesinos, haciendo que la CORA (Corporación de la Reforma Agraria) expropiara los fondos. A finales del año 1971, se llevó a cabo la expropiación de más de dos millones de hectáreas. Estas tomas empezaron a encender ánimos más y más violentos por los enfrentamientos entre terratenientes y campesinos.
De la congelación de precios y el aumento de sueldos, al finalizar el año 1971, aparecerían los primeros problemas economicos, que ya no pararían. El déficit presupuestario creció a un ritmo acelerado, del 3.5% en 70 a 9.8% en 71; la política monetaria se descontrola al crecer en un 124% el crédito del sector público; cae el nivel de reservas internacionales de 394 millones de dólares (1970) a 163 (1971), por lo que el gobierno de la Unidad Popular suspende el servicio de la deuda externa (moratoria); la balanza comercial paso de un superávit de 95 millones al iniciar el gobierno a un déficit de 90 millones, tras la abrupta caída del precio del cobre; a causa del incremento de los salarios reales y los controles de precio, se produjo una contracción de las utilidades corporativas y aparecen las primeras señales de desabastecimiento en el segundo trimestre de 1971, que concluyo con la aparición de un floreciente mercado negro (eso de los piratas como que van de la mano en estos modelos...).
“Logros” todos, en tan solo 1 año.
La política.
Es sumamenete interesante observar como la izquierda chilena que en 1970 se une como nunca por un solo candidato y que llega al poder. Se vuelve su peor enemigo en solo 1 año.
Empezemos con la ensalada de cuates.. Un partido fuerte de la Concertación que ya había mencionado; la Democracia Cristiana (DC) se aleja de la Unidad Popular (UP) a causa del asesinato de su lider y ex ministro de Frei, Edmundo Pérez Zujovic a manos del grupo VOP (Vanguardia Organizada del Pueblo) ultra izquierdistas y relacionados a la UP, en junio de 1971. A esto sumemos su baja en las elecciones (DC), los desinhibidos ataques en su contra de la prensa oficialista y el aumento de la espiral de violencia.
La DC se acercó entonces al Partido Nacional (PN), de tendencia derechista. Su primera acción conjunta se dio en la elección complementaria de un diputado en Valparaíso, en la que el candidato democratacristiano, Oscar Marín, ganó con el apoyo del PN. Primer amasiato entre la vieja buenona del barrio con el galán de la alta. Luego ambos en la “alcoba” del poder en medio del “cuchiplancheo” se coludieron para hacer una acusación constitucional contra el ministro del Interior, José Tohá, por su responsabilidad en los hechos de violencia. Acusaciones parecidas ya había planteado el PN contra los ministros, pero la DC se había negado a seguirlos hasta entonces. Lo que hace el “placer del amante”.
Allende removió a Tohá del Ministerio del Interior, pero lo colocó inmediatamente en la cartera de Defensa, en un acto de clara provocación hacia el Congreso (muy desatinado su berrinche). Se inició de este modo la alianza DC-PN para oponerse al gobierno de la UP, realizando multitudinarias manifestaciones de repudio a la política del Gobierno, que darían paso a verdaderas batallas campales entre los manifestantes y grupos de izquierda. La violencia política se expande.
El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) intensificó sus actividades terroristas y el Partido Socialista de Chile (PS) eligió como directiva al ala más radical del socialismo, dirigida por el senador Carlos Altamirano. Ambos grupos (el MIR y el PS) desconfiaban de la vía pacífica de Allende y seguían las enseñanzas del Che Guevara sobre la lucha subversiva.
Economía otra vez.
Mientras tanto, para acabarla de joder la economía dejó de crecer. El incremento de las remuneraciones del sector público, la expansión de los subsidios a las empresas publicas y el deterioro de la recaudación tributaria, no adaptada a un ambiente inflacionario (además de que ya todos eran empleados del propio Estado), generan un creciente déficit público de magnitud impresionante.
Todo este gasto se financió mediante emisiones monetarias inorgánicas (sin fundamento de riqueza) del Banco Central. El resultado fue un incremento de la cantidad total de dinero circulante de 173% en 72 a 413% en 73. El crecimiento del país llegó a ser de -1.21% en 72 y un -5.57 en 73, la inflacion que decían invisible y que “si se puede”; llego en 72 a un 225% y en 73 a un 606%, cayeron los salarios reales un -11.3% en 72 y un -38.6% en 73, el déficit llegó al 25% del PGB (Producto General Bruto) y la deuda externa aumentó a 253 millones de dólares.
Política que sigue y sigue descomponiendose.
Allende, buscando una solución a la crisis, intentó un acercamiento con la DC. El primer intento fue con el proyecto de reforma constitucional Hamilton-Fuentealba que fue vetado por el Ejecutivo. Antes de que el Parlamento respondiese al veto, se desarrollaron una serie de conversaciones entre el Gobierno y la DC para hacer aprobar la reforma, de tal forma que el traspaso de las empresas al «área social» de la economía fuera legal y pacífico. La piedra de tope era que habría que devolver las empresas expropiadas ilegalmente o de forma legalmente dudosa.
A Allende no le quedan muchas opciones. Si el golpe de Estado todavía no se daba, fue porque el recuerdo del comandante René Schneider y su doctrina (según la cual las Fuerzas Armadas deben apegarse estrictamente a la Constitución y las leyes) lo detenía. Pero el recuerdo se iba esfumando y la realidad impulsaba a las Fuerzas Armadas a tomar el camino del golpe de Estado.
Sin embargo, el comandante en jefe era Carlos Prats, hombre institucional que jamás en su vida se hubiera plegado a un golpe de Estado, por lo que si las otras ramas de las fuerzas armadas lo intentaban, se podrían eventualmente enfrentar al Ejército y devenir en una guerra civil. El Partido Comunista (PC) lanzó entonces su campaña «No a la Guerra Civil», momento que se antojaba de unión. Pero en esos mismos instantes críticos, Carlos Altamirano, secretario general del PS (Socialistas), decía: «El golpe no se combate con diálogos, se aplasta con la fuerza del pueblo». En una esquina la izquierda, en la otra la izquierda!...
Sumemos entonces, el desabastecimiento, la reforma agraria, las «tomas de tierras», los grupos armados, los cordones industriales y la izquierda, la izquierda... todos eran todos motivos de discordia entre los chilenos, cuya convivencia democrática estaba rota y ya existían grupos que hablaban directamente de realizar un golpe de Estado.
El 11 de junio, el Congreso aprobó la reforma constitucional Hamilton-Fuentealba por 106 votos, la cual volvió inexpropiables los predios inferiores a 40 hectráreas y dio garantías a los comerciantes y transportistas. Allende se negó a promulgar toda la reforma y se limitó a publicar aquélla parte en la que no tienen grandes diferencias la DC con la UP. Se basó en la facultad que tiene el presidente de vetar una ley, tomó decisiones "a medias" en momentos definitivos. La capacidad de su discurso contundente se contraponía a sus decisiones tímidas.
La oposición consideró este acto inconstitucional y la Contraloría General de la República le dio la razón. Ahora Allende se puso al filo de la legalidad (fuera de ella diría yo) al ignorar las facultades de la Contraloría y del poder Legislativo.
El desabastecimiento económico llego niveles extremos, al punto que el propio Presidente tuvo que anunciar el 7 de septiembre que solo quedaba harina para tres o cuatro días.
El 29 de junio, el regimiento blindado número 2, al mando del coronel Roberto Souper, protagonizó un levantamiento militar contra el Gobierno. Los sublevados intentaron tomar el Palacio de la Moneda, enfrentándose a las Fuerzas de la Guarnición dirigidas por el comandante en jefe Carlos Prats en persona, el cual puso en riesgo su vida para obtener la rendición de los sublevados. Los miembros de Patria y Libertad, que estimularon el golpe, se asilaron en la embajada ecuatoriana. El resultado final de este intento que fue conocido como «el tanquetazo», que dejó 20 muertos, de los cuales gran parte fueron civiles.
Alarmado, Allende llamó nuevamente a los uniformados a integrar el gabinete, en esta ocasión con los cuatro miembros máximos de las Fuerzas Armadas, mientras planeó su última arma para salir de la crisis: un plebiscito.
Mientras tanto, las acciones del PS lideradas por Carlos Altamirano ya habían contribuido a que las intenciones de Allende colapsaran. Presumiblemente, Allende planeó convocar a un plebiscito acerca de su permanencia en el cargo de Presidente. Tomó la decisión hasta el último momento, lo que en virtud de su ya creciente diferencia entre el decir y hacer, lo sentenció con una sola persona, como veremos al final de los eventos.
Un plebiscito habría sido una solución viable para Allende. El plebiscito habría consultado a los chilenos sobre su mandato y el Presidente habría renunciado si el resultado le hubiese sido negativo. Si el resultado del plebiscito hubiese sido a favor de la permanencia de Allende en la Presidencia, presumiblemente habría disminuido la probabilidad de un golpe de Estado. Si el resultado del plebiscito hubiese sido adverso a Allende (lo más probable por la descomposición política del país), se habría podido retirar con la cabeza en alto al dejar su mandato por designio de la ciudadanía y no por las presiones opositoras.
Antes del golpe de Estado
El golpe fue planeado por prácticamente toda la plana superior de la Armada, salvo el almirante Montero, pero éste se encontraba aislado y la Armada obedecía al vicealmirante José Toribio Merino. Lo mismo sucedía en la Aviación, excepto por el general César Ruiz, cabeza de la entidad. Mas, al retirarse éste último del Ministerio de Obras Públicas y Transporte (que había asumido como consecuencia del «tanquezazo»), Allende lo obligó a renunciar a ambos cargos, ministro y comandante, asumiendo en su lugar el cargo el militar general Gustavo Leigh, opositor al gobierno (error estratégico provocado por la desesperación de Allende).
El Ejército estaba dividido, pero la balanza cada vez se cargaba más hacía la opción del golpe. En Carabineros, no conspiraban más que dos o tres generales de baja antigüedad, entre ellos el general César Mendoza.
Finalmente cayó el General Prats (el más insitucional que mantenía al filo el golpe). El 21 de agosto, una manifestación de esposas de generales se inició frente a su casa, a la que llegaron también varios oficiales de civil a protestar contra él. Fue insultado y apedreado y, al deshacer la manifestación Carabineros, ésta se volvió a organizar. Llegaron al lugar Augusto Pinochet (considerado el «segundo» de Prats), Allende y sus ministros. Todos fueron abucheados. Prats deprimido y desilusionado, pidió a los generales que reafirmaran su lealtad hacia él; pero como sólo unos pocos lo hicieron, resolvió renunciar a la comandancia en jefe. Recomendó a Allende entonces para el cargo a Pinochet, que tenía una larga hoja de vida como soldado profesional y apolítico.
El 23 de agosto, se reunieron Allende, Prats y Pinochet en el Palacio de la Moneda. Al finalizar la reunión, Pinochet fue nombrado comandante en jefe del Ejército, por el propio Allende.
La ironía.
Las Fuerzas Armadas estaban preparadas para dar un golpe militar mucho antes de pensar en él. Por instrucciones de Allende el Ejército tenía «planes de contrainsurgencia», para el caso de que una subversión (pensada por él como posible de darse con autoría de la derecha y mandos castrenses en desacuerdo) sobrepasase a las Fuerzas de Orden (Carabineros).
Este plan consistía en que el país estaba dividido en diferentes secciones y para cada una se establecía un plan de acción contra la posible insurgencia. Este plan sería la base prima para el golpe y solo tuvieron que adaptarlo a las nuevas circunstancias y fijar a los “contrainsurgentes” en el bando que se pensaba como propio.
El problema era el general Prats, que mantenía su lealtad al presidente y tenía a la guarnición de Santiago y al comando de institutos militares en manos de gente cercana (generales Sepúlveda y Pickering). Se tenía que adelantar el golpe para antes de Fiestas Patrias (18 de septiembre), porque si se retardaba mucho podía ocurrir otro «tanquetazo», ante la situación del país, lo que permitiría limpiar de oficiales golpistas la plana del Ejército. Pero al renunciar Prats, Sepúlveda y Pickering renunciaron en un gesto de solidaridad a su jefe. El nuevo comandante en jefe era Pinochet, del cual no se sabía si era o no golpista, lo cual mantuvo herméticamente sin palabras.
El 7 de septiembre, el Almirante Merino envía al Comandante General del Cuerpo de Infantería de Marina, Contralmirante Huidobro, con una carta escrita en un pequeño papel, el cual comprometía a Pinochet a poner sus fuerzas para el 11 de septiembre, y la hora 6.30 en Valparaíso: atrás debía firmar de enterado.
En una reunión el día 9, Allende a solas comentó a Pinochet su intención del plebiscito. Un hombre escuchó al otro, pero solo uno definió el futuro, el otro ya no tenía credibilidad. Ése mismo día, Pinochet devolvió el pequeño papel con su firma al reverso. El 10 de septiembre, a las 16.00, zarpó la escuadra tal y como estaba previsto, ya que debía participar en las maniobras navales internacionales UNITAS.
Mientras tanto, el Ejército se acuarteló. La razón dada: el probable desafuero de Altamirano el día 11. Este desafuero, según explicó Pinochet al ministro de Defensa, Orlando Letelier, podía causar disturbios, por lo que se hacía necesario el acuartelamiento.
El golpe.
En la madrugada del 11 de septiembre, la escuadra reapareció en Valparaíso y las Fuerzas Armadas tomaron la ciudad. El prefecto de Valparaíso, Luís Gutiérrez, realizó una llamada por el único teléfono que funcionaba en el puerto (línea dejada libre a propósito por los golpistas) para avisar al subdirector de Carabineros, general Jorge Urrutia, que la infantería de marina estaba en las calles y había empezado a tomar posiciones de combate. Urrutia telefoneó a Allende, que se encontraba en su residencia de Tomás Moro. Allende, pidió ubicar a Pinochet y a Leigh (segundo de Pinochet), pero estos eran inubicables.
A las 7:15 horas, Allende se enfiló en su propio auto hacia el Palacio de la Moneda, llegando veinte minutos después. Cargaba con un fusil AK-47 (regalo de Fidel Castro) y con su escolta personal ingresaron al palacio de Gobierno con dos ametralladoras y tres lanzagranadas RPG-7, además de sus armas personales. Paralelamente, llegó a esa hora Pinochet al Comando de Comunicaciones. Se organizaron las redes de comunicaciones con las demás ramas de las Fuerzas Armadas, especialmente con Leigh, que se encontraba en la Academia de Guerra Aérea, y con Patricio Carvajal, que sería el coordinador de todo el golpe, el plan estaba perfectamente trazado. Sepúlveda, director general de Carabineros, llegó a la Moneda y le aseguró a Allende que Carabineros seguía fiel al gobierno. Sepúlveda lo ignoraba, pero Carabineros estába ya controlado por los generales Mendoza y Yovane, subalternos golpistas. La Cadena Democrática, formada por las radios Minería y Agricultura, emitió la primera proclama militar. Allende debía hacer entrega inmediata de su cargo a la Junta de Gobierno, integrada por los jefes supremos de las Fuerzas Armadas: Pinochet, Leigh, Merino y Mendoza (los dos últimos recién autonombrados como jefes supremos de sus ramas, Armada y Carabineros respectivamente). Se le dio también al presidente un ultimátum: si La Moneda no era desalojada antes de las 11.00 horas, sería atacada por tierra y aire. El ambiente en la Moneda era de tristeza, lo peor que podía ocurrirles estaba pasando. Carabineros retira las tanquetas y al personal apostados frente ella Los militares se contactaron con la Moneda y propusieron sacar del país al presidente, pero Allende rechazó la oferta.
A las 9:55 horas, los tanques del general Palacios ingresaron en el perímetro de la Moneda. Francotiradores apostados en los edificios aledaños los trataron de repeler y se inició una balacera. A las 10:15, a través de radio Magallanes, la única pro gobierno que aún no era silenciada, Allende emitió su último mensaje a la Nación y su útlimo mensaje en vida.
A las 10:30 los tanques abrieron fuego contra la Moneda. Los siguieron las tanquetas y la infantería, fuego que fue respondido por los miembros de la escolta presidencial y los francotiradores apostados en los edificios aledaños. Carvajal se comunicó nuevamente con Pinochet, informándole de la intención de negociar. Pinochet exigió una «rendición incondicional». Sin embargo, cedió en ofrecer a Allende salir del país (Carvajal quería negociar y apresarlo) y consiguió que Leigh detuviese el bombardeo aéreo unos minutos para evacuar a las mujeres del interior de la Moneda (a lo que Leigh se oponía).
A las 11:52 horas, los cazabombarderos Hawker Haunter iniciaron su ataque a la Moneda, disparando en cuatro oportunidades sus cohetes sobre la casa de Gobierno. Otros dos aviones bombardearon la residencia presidencial de Tomás Moro. El ataque al Palacio de Gobierno prosiguió con el uso de gases lacrimógenos, pero al ver que la Moneda todavía se negaba a rendirse, el general Palacios decidió tomarla y envió a un grupo de soldados a derribar la puerta del Palacio.
A las 14:30 horas. Allende decidió rendirse y deponer las armas. Entonces, según el testimonio de uno de sus doctores, Patricio Gijón, que regresó para llevarse su mascarilla antigás, con el fusil AK-47, se suicidó disparándose en la barbilla. Palacios entró en el Salón Independencia y se encontró con el cadáver de Allende y el doctor Gijón. Llamó al oficial de radio y entregó su escueto informe: «Misión cumplida. Moneda tomada, presidente muerto». A su vez Carvajal, le comunica por radio a Pinochet: "Hay una comunicación, una información de personal de la Escuela de Infantería que está ya dentro de La Moneda. Por la posibilidad de intervención, la voy a transmitir en inglés: They say that Allende committed suicide and is dead now (Dicen que Allende se suicidó y ahora está muerto)"
A las 18.00 horas ese 11 de septiembre, en calma se conformó la Junta de Gobierno. A excepción de enfrentamientos aislados en Santiago, la junta ya dominaba todo el país. La Unidad Popular y su presidente habían muerto, iniciándose diecisiete años de gobierno militar.
Triste final a un sueño que careció en todo momento de realidad económica y política. Triste final para sueños de utopías que en la voz y en la palabra de “justicia” parecen lograr lo que muchos anhelan.
En efecto, de forma democrática, tu heroe, ganó elecciones, fue elegido, fue respetado y tuvo su oportunidad. Pero no midió a sus propios, no supo conocer los intereses de los que no pensaban en un proyecto de nación. Sus planes eran la venganza, la insurgencia, el combate a la insitucionalidad, el desconocimiento del orden y del respeto a aquello que conforma naciones. La razón fue para ellos sus propias razones, el resultado fue claro.
Un país no es un capricho de poder, un país tiene historia y relaciones, vínculos reales, economías interconectadas que por decretos no se solucionan o se cambian. Triste final para aquellos que creen que repartir resuelve todo, sin dar tiempo a pensar quien producirá lo que se pretende repartir.
Cuando hay pobres por los que ver, suena bueno hablar por ellos. Pero ¿acaso justifica el que no alla ? ¿donde queda el discurso? Visión nublada e incompleta la tuya que sentenciaste a ser por siempre pobres al país.
Decir no a una reforma que ahora en nuestro país criticas por el simple hecho de decir no, es precisamente esa miopía que genera finales tristes. En tu libro de “Proyecto Alternativo de Nación” dijiste necesaria dicha reforma, escrito y dictado por ti mismo.
La razón de la lógica en ese momento, ante la posibilidad de triunfar te hizo caer en la sensatez. Misma que perdiste ante la realidad de tu derrota, tomaste Reforma y quisiste poner en trance a la Nación con tu risible “resistencia pacífica”, pero sumamente dañino ataque a las instituciones.
Eres sumamente debil como para tomar un AK-47. ¿Que se puede pensar de quien ante la negativa de cumplir un objetivo cambia su propia palabra que llamó su convicción? Simplemente que NO TIENES PALABRA VÁLIDA Y HONORABLE, NI MUCHO MENOS RAZÓN REAL DE CONVICCIÓN DETRÁS DE LA MISMA. HUECO, AIRE SOLAMENTE...
¡¡Mexicano!!... tu sabes que yo soy fiel a tu blog.. siempre siempre te leo.. unas veces me rio.. otras me aburro.. otras aprendo algo.. otras me preocupo... osea.. siempre me generas alguna sensacion.. pero te he de ser sincera.. esta entrada no la he leido mas que la frase " para quien se que me lee: J y para mis princesas que se que me leeran" el resto como que no se que pone ni lo sabre porque empece a darle a la flecha y eso es mas largo quel kijote.. asi que... de todos modos te mando un besote bien grandote!!
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