Hoy es viernes

"Meditador"
Tomás Sánchez, 1995, acrílico sobre tela (99.7 x 121.9 cm)

Comentaba con un amigo, su idea de un nuevo negocio. Me vinieron a la mente algunas preguntas sobre el modelo de negocio que formulo aquí retóricamente. Pensé, si todo lo hace bien, todo lo demás le será más fácil.

¿Cómo conseguirás nuevos clientes que paguen?; ¿Por qué tus clientes que pagan, te recomendarán con sus amigos? ¿Funcionará tu negocio, a la escala que realmente puedas lograr y con la que seas feliz viviendo? ¿Es fácil empezar? Si es así, ¿qué impedirá que otros lo inicien? ¿Cómo evitas una carrera hasta el fondo y que no quedes atrapado en la posible copia de tu producto, con uno barato? ¿Será más fácil a medida que avanzas? ¿Por qué? ¿Qué incentivo tienen tus clientes, para seguir contigo en lugar de cambiar a una opción más barata o más conveniente?

Los negocios que son baratos al iniciar, que dependen de brindar un servicio útil, con un cierto margen económico y que son en gran parte, invisibles, son difíciles de convertir en empresas prósperas. La tracción del cliente, el efecto de red y la conexión emocional pueden cambiar esto, especialmente si estos conceptos los integras desde el principio.

Me quedé pensando... no lo atiborré de preguntas.

¡Feliz fin de semana! La obra de arriba me fascina. Recientemente Christie's Nueva York la subastó.

Conocí a Tomás en 1994. Cubano que llegaba a México con la intención de hacerse un nombre con una mano privilegiada, con el ojo puesto en ir a Estados Unidos. Hoy, su obra en grandes galerías mundiales, se cotiza en los miles y cientos de miles de dólares. En aquel tiempo que nos conocimos, el no tenia dinero y yo poco, solo ron y Coca Colas... pero sabíamos que ambos tendríamos futuro.