¡Feliz Año 2....!

Yo propongo que por un día cada uno viva y respete normas, reglas, leyes, un jugar al Estado de Derecho, cada uno... Quizá se vuelva hábito. Quizá el juego se prolongue, se vuelva moda y quizá no nos quejemos en un futuro. Intenten, solo un día.

Con esta frase me despedí. La comida termino, los abrazos y mejores deseos se dieron en honor a las fechas. Fechas de celebrar, de regalar (ojalá mas palabras y menos cosas), fechas de reír y bailar (ojalá lo mas consientes posible), fechas de desear felicidad... Fechas de fiesta... Fechas de exceso.

Así es, muchos manejaran después de beber un poco mas o un mucho mas de lo común. Otros además de eso, desearan todos los parabienes por dispositivos móviles, al manejar. Otros usaran al máximo su capacidad de crédito, como si enero o el mes que entra fuese solo una ilusión. Muchos, muchos, prometerán, comprometerán y la palabra quedara en el aire. Fecha de fiesta.

Algunos celebrarán religiosamente el motivo de la Natividad. Otros celebrarán el inicio de un nuevo año que deriva de la celebración anterior y que rige nuestro acuerdo en tiempos. El Papa Gregorio quedo en millones de calendarios grabado. Comeremos rico, el menú se multiplica en gustos, en tradición familiar, en orgullo de compartir... En medio de ello, propongo. Propongo un juego...

Iniciemos un año jugando, quizá del juego pasemos a un hábito, a una costumbre, a una tradición...

Leo en mi amplísima imaginación un letrero enorme en lo alto del edificio al fondo de la calle

¡Feliz año 2.... México celebra! México, país de leyes y respeto.

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