Receta para un coctél...

He leído suficiente. No hay mas que leer, opiniones hay miles. La pregunta surge de manera monstruosa: ¿Que hacemos?

El hartazgo sumado a la impotencia nos lleva al cinismo. Al chiste retórico, a una explosión de expresiones humorísticas que nos brinda cierta calma, la confirmación de que muchos nos ven como imbeciles o estupidos lastima, me lastima, lastima a muchos, otros tantos, ni se enteran.

Varios sucesos que unidos conforman un coctel... Un coctel nacional acido, peligroso, lastimoso, trágico, verdaderamente grosero.

Los normalistas, la tristemente célebre Casa Blanca, las posibles renuncias, concursos confusos, cancelación de contratos oscuros, varios eventos que pareciera que están desordenados pero se antoja que alguien los acomoda y crean el coctel que vivimos. Se cancela un desfile, se teme al caos.

Cada evento en su propia dimensión denota claramente situaciones de descontrol, de desconocimiento y peor, de mentira.

A. Ayotzinapa. ¿Donde están? No hay más interés. No debe haber más interés que responder ahora. Este evento llevará al B. Informe PGR: ¿Que ordenó el alcalde, que sabe y que pena recibirá por el asesinato que cometió meses antes? ¿Que avances hay en los laboratorios austriacos de los restos que presuntamente son ellos? Por ahora no se puede ni debe generar mas conjeturas.
C. Tren México-Toluca. ¿Si primero fue concursado correctamente, por que se volverá a concursar? De ello deriva y está ligado: D. Casa Blanca. ¿Qué arreglo hubo con el contratista? Un conflicto de interés que debe ser aclarado o abierta una investigación por diversos delitos de un servidor público, a través de un civil, su esposa. E. Diversos actos de vandalismo (autores) en manifestaciones generadas por A. en donde debe de deslindarse responsabilidades civiles y penales y establecer control policiaco en las mismas, sin cancelarlas. F. Solución y acción en los temas de agresión - acción en las instituciones IPN y UNAM, acotadas para no continuar que se sumen a E. so pretexto de A.

Todo ello mezclado y aprovechado por ciertos grupos, crea un delicioso coctel de desorden que a muchos interesa.

Todo lo anterior tiene un factor común: Falta de un Estado de Derecho. ¿Que hacemos? Si, los ciudadanos comunes y corrientes, los que no somos servidores públicos, los que no tenemos un puesto de elección, los que no tenemos poder fáctico, quizá si poder o presencia moral, ética o civil.

Actuar bajo esquemas de Estado de Derecho. No es muy complicado respetar las leyes, los reglamentos, la cordialidad, la civilidad, el respeto al derecho ajeno, el respeto a la opinión distinta, el ejemplo a los niños y jóvenes de lo que se puede, a pesar del ambiente que empuja a que no se pueda.

El recordar a todos y desde donde cada uno hable que cada punto arriba, estamos a la espera de una respuesta clara y simple. El no caer en la provocación pretendiendo forzar la respuesta, si aún no la hay. El ser claros y señalar donde la mentira sea obvia, pero no restar seriedad a nuestra respuesta, convirtiéndola en broma.

Parece ridículo, suena infantil, pero ¿qué podemos hacer?... Empieza por respetar los altos. La señal es clara.

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