Huele a viejo...

Podemos afirmar que la edad y la experiencia van sumando ciertas ventajas. Pero también, sabemos que la edad disminuye algunas facultades. El día de hoy me queda claro que el personaje desgastado, cual traje hecho por sastre con telas de importación, simple, sencillo pero sin duda oliendo a viejo, como pudiera caricaturizarse al líder por herencia Cuauhtémoc Cardenas, es ejemplo.

Luego del respaldo manifestado (quizá más por desesperanza que meditado) de gobernadores perredistas para que el personaje sea dirigente del PRD, el traje pide ser el único en la vitrina... Reiteró que no va a contender con nadie.

Exigencia de algo que nunca ha tenido, ser único. Exigencia que no debía de esperar, que en su momento debió labrar. Exigencia que solicita cuando no género, mantuvo y logro, al permitir que otros más hábiles lo sacaran del foco de atención. Exigencia que con dolor le debe de estar recordando todos los días al lidercillo aquel... De tierras tabasqueñas. Al qué no supo manejar, liderar.

Si el PRD logra borrar entre todas sus tribus la idea de que todos son líderes y permite al hombre acceder a ser representados por él, algo seguramente sucederá... Comenzará a oler a viejo.