2005 - 2013 y sigue...

Ocho años aquí. Gracias a todos ustedes estimadas lectoras y lectores. Gracias.

En 2005, cuando inicie esta aventura, mi vida estaba en otra dinámica, muy distinta a la actual. Sería injusto para el que escribe someterla a calificativos de "mejor" o "peor", simplemente la llamo distinta. 

Ha habido cambios. Muchos cambios en mi concepto de vivir, de bienestar y quizá, de metas y objetivos. Aunque dudo que las grandes metas hayan cambiado, ahí están, ahí se cumplen muchas y otras tantas se mantienen con caminos trazados, para ser logradas, al menos intentadas.

Cumplía cuarenta años de edad. Además del inicio de década cronológica personal, que a muchos emociona; a partir de pequeños detalles nimios, surgieron algunas grandes decisiones, elecciones y rutas alternas que mejoraron mucho, la visión de las rutas trascendentales de mi vida. 

Cómo asunto que a todos compete, sugiero y recomiendo, que cuando la vida se 'atora' o la visión se mantiene en canales constantes no positivos, muévanse de lugar, cambien la posición de su cotidianidad y zaz... Cambia la visión. 

El inicio de la década de mis cuarenta, la celebré en un hotel (Sheraton. Centro Histórico) a punto de ser inaugurado (algo metafórico...), en medio de un contexto en remodelación (más metaforico...). Celebré habiendo obtenido un patrocinio de suficientes martinis que evitaría a mis amigos desembolsar más allá de lo que yo suponía, valdría el pretexto para verme, para celebrarme... 

¿La contraprestación con los dueños? Llenarles un lugar que llevaba meses vacío, por efectos de la remodelación en las calles. Se logró y todos quedaron satisfechos en el contrato. 

Al mismo tiempo, iniciaba la lectura del libro que cambiaría mi vida por completo. Libro que generaría una necesidad de compartir y de expresar, que me llevaron a inaugurar este blog. 

"Atlas Shrugged" y lo que llamo yo, "el Atlas y las consecuencias del hacerme responsable de lo único que tenía seguro en mi vida... Mi vida". Frase que me siguió sin descanso, frase que generó y detonó el subtítulo de este espacio: 

"Vive tu vida, no dejes que tu vida te viva"... 

Elegí comenzar a cambiarla, a vivirla y lo que ello supondría en los meses siguientes; a reconfigurarla por completo. Cambiar significa dolor, significa crisis, significa variar mucho o poco la zona conocida, la zona de confort. La zona cómoda que evitaba la incomodidad de hacerte responsable, dueño del pasado y del presente.

Atlás fue leído, entendido, ampliado a otras lecturas. Prácticamente a todas las obras de Ayn Rand. Escribí mucho, inicié al mismo tiempo 3 novelas, una de ellas vió la luz y me desnudó frente al lector. "Cuatro Cuarenta" fue una obra catártica en un sentido superficial. Los esbozos de "El y Ella" fue más profundo y "El Muro Rojo" nunca culminó, pero los tres proyectos hicieron su labor. 

La catársis interna fue en verdad profunda. Mezclaba el sumergirme para entenderme, pero manteniendo una superficialidad falsa. Había que dar el brinco. Meses después, lo hice, elegí y caí. Caí fuerte, hondo, profundo, oscuro, doloroso, muy doloroso. Me quedé solo y comencé a "revivir". Comencé a responsabilizarme de absolutamente todo lo que tuviera que ver con mi vida. Comencé a vivir la sobriedad mental y física y comencé a escribir un plan. Un plan de vida. Tuve la oportunidad de rehacer, reinventar y de volver a ser Yo.

Nació una nueva filosofía en mi persona. Se acomodaron muchas dudas que disfrazaba hábilmente y me permitieron explicarme a mí mismo, los caminos básicos de mi vida comenzaron a tener sentido. Recordé entonces cuando en algun momento (en mis 20´s), busqué respuestas a través de la teología, intenté creer en un Dios. Busque reconciliar la religión con mi vida pero ello no duró. Me encontré con muchas incongruencias que al tratar de acomodar, me complicaban más aún. Socialmente me fue cómodo e incluso, tuvo ciertas recompensas con mi entorno. Se ampliaron los círculos y en el discurso sonaba bonito. Pero la incongruencia rondaba los pasillos de mi mente y en breve, sucumbió.

Cuando inicié mis escritos en este blog, comencé a sentir que los caminos tenían sentido. Escribí y ahora puedo decir que el ejercicio diario de escribir, es ya parte de mi ser. El salir de mi posición "creyente" y la ayuda que la filosofía racional me dió en mi busqueda, si tuvo frutos.

Mi orden de pensamiento migró. Poco a poco los conceptos racionales, el abandono de lo irracional hasta donde he avanzado y el amarre al mantenerme en todo momento consciente de mi persona, me permitieron encontrar una ruta feliz. Un camino donde la felicidad no es una meta, está presente en todo momento y puedo darme el lujo de separarme y retomar, cuantas veces quiera. El hábito de no salir del camino se confirma. "Ser feliz, es en si, el fin último de cada ser humano" Adquiere sentido. Convence.

Celebro en estos ocho años la existencia de esta ventana en mi vida. Compartir pensamiento y voz. Regalar el 'querer decir' es humano.

¿Otros ocho? ¿Termino 4/40? ¿Inicio otra historia?... No lo sé. Me hacen feliz su existencia, más no me obligan. Eligo libremente hacerlo o no. Eligo ahora si, libremente permitir su existencia. El mundo de elegir y no estar como rehen de elecciones de otros o mucho peor, de inventos como el destino, donde se existe como ser miserable a merced de un invento... ser una víctima, dejó de ser parte de mi vida.

Este blog, en lo escrito, celebra vida, celebra mi vida.

Les agradezco estar presentes, ser existentes. Vivan su vida y no permitan que sus vidas, los vivan.

Besos.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

el por que NO al Facebook...

¿Recuerdas?

Agosto...