"Labor Day"

Hoy en Estados Unidos, se celebra el día de los trabajadores "labor day". Trabajadores que por muchos años y desde la revolución industrial, han dado ideas, esfuerzo, sus manos e incluso, sus vidas. ¿A cambio? A cambio de un sueldo y con ello, de la posibilidad de vivir.

Fueron parte escencial de la revolución industrial. Los empresarios e industriales necesitaban de personas inteligentes, hábiles, dedicadas y entrenadas, para resolver problemas, problemas interesantes. Poner las cosas como muchas hoy las conocemos, era algo más que apretar botones o jalar palancas. Requería de ideas, iniciativa y experiencia. Los trabajadores aprendieron a improvisar.

Tomó años construir puentes y caminos, tomó años construir el metro de la Ciudad de México; tomó vidas, esas obras. No existían manuales de como hacerlo, se fue aprendiendo sobre la marcha.

Henry Ford tuvo una idea y montó una línea de producción. Las cosas comenzaron a complicarse. Las fabricas se volvieron más complejas y se redujo el área para la improvisación.

Los 'jefes' decían: "hagan lo que indico, como lo indico".

Los trabajadores comenzaron a decir: "diganos exactamente que hacer". Inicia un diálogo y entendimiento. Donde en muchas partes, desgraciadamente no se dió. O incluso, se obvió con fines de no-responsabilidad, para después poder des-responsabilizarse. En resumen, responsabilidad no adquirida de AMBAS partes.

Hace años, trabajando como auxiliar en una firma consultora, pedí hablar con mi jefe directo. Le pregunté que debía yo hacer para convertirme en el mejor empleado y así buscar ser proximamente jefe. Me respondió en su afrancesado inglés: "Do what I told you to do, how I todl you to do, and when I told you to do" (haz lo que te diga que hacer, como te diga que hacer y cuando te diga que hacer). Entendí que cuando llegara a ser jefe, tendría que ser específico en lo que quiera que se haga, como quiera que se haga y cuando quiera que se haga. Responsabilidad adquirida, al menos de mi parte.

Pero todo cambia y en un mundo donde los trabajadores hacen solamente lo que se les dice que hacer, serán devaluados. La obediencia es muy fácil de reemplazar y 'cualquiera' puede cumplirla. Y los trabajadores devaluados, pueden ser simplemente reemplazados, incluso, por máquinas.

Insistimos en que queremos excelentes profesores en las aulas de nuestros hijos, pero, insistimos que trabajen de acuerdo a un manual inventado por un comité, por una secretaría, por un gobierno...

Las empresas que minimizan sus costos de mano de obra en sueldos que no valoren experiencia, propuesta y capacidad, tendrán márgenes menores. Es simple.

Las empresas que buscan incrementar sueldos, animan y retan a los trabajadores a valorarse, desarrollarse. Crecen los ingresos, crecen las utilidades. La improvisación es valiosa, si hay problemas interesantes a resolver.

El futuro de los trabajadores no está en menor educación. Tampoco en mayores protecciones del Estado o dar mayor poder a los 'jefes'. El futuro está en promover pasión por la labor. En promover iniciativa, en permitir invención e improvisación. El futuro está en promover mayor ingreso real, para generar mayores ganancias reales.

Eso es lo que yo celebraría el día del trabajo, no cuantos más 'tienen' trabajo.

Felicidades a todos aquellos que tuve y tengo la suerte de conocer e improvisar juntos.

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