NOCHE PORTEÑA (TAMS)...Cuento de una noche caliente de calor para 2:
"Caminaban, la noche porteña sonaba... comercial la música, si, tango chill-out, expresión porteña que ya da vuelta al mundo, poniendo nuevamente talento argentino como canto de tango de "no nos veran caer, que no decaiga"... país y gente linda y eternamente necia.
Las dos eran como esculturitas con movimiento, ambas cubiertas con vestidos que las miradas arrancaban, miradas lujuriosas, algunas inteligentes, las que divertían, otras no; solo miradas idiotas con poca neurona de plática...
Ambas miraban, analizaban, sincronizaban movimientos. Cazadoras en un mar de cazadores. Una al acecho, la otra complice fiera pasiva. Ambas sabedoras del poder seductivo de quienes saben seducir. La playa de lobos estaba llena, los había de todo tipo. Sus cuerpos respiraban calor, hacía calor y sumado el calor propio de la aventura y la seducción pasiva.
El macho llegó, se acercó, miró, rodeo con la mirada, habló. Persona agradable que se sabía agradable. El diálogo estaba abierto. Soltaría frases como anzuelos de pesca, el verso en el hombre es su mejor herramienta. La mujer escucha, analiza, mide, dimensiona y su sexto sentido define y coloca donde va cada cosa. ¿Juego justo? por miles de años ha si a sido, cambiarlo es ir contra las leyes naturales; el mejor macho para la mejor hembra, la especie sigue. Hoy se sofistica, hoy después del siglo de oro para las mujeres (siglo 20; XX para los estrictos) ha permitido que no solo la reproducción sea motivo para la danza de apareamiento. Hoy se acepta, se entiende lo que siempre fue pero que nos convencieron que no; satisfacción, sexo, deseo, pasión... lo que es peor, las convencieron a ellas.
No hay organismo vivo mejor hecho para el sexo que la mujer. Lo siento pero nosotros los machos (hombres) tenemos mucho que aprender. Naturalmente no somos maquinas de sexo, por más que nos quieran vender. Somos maquinas mecánicas de aparear y preñar. Somos simples, rápidos y sumamente aburridos. Luego vienen los letrados, los curiosos, los ilustrados... que aprendemos que el arte de amar es una de las actividades más completas que puede haber. Cuando aprendemos a escojer, a limitarnos, a concentrarnos, a dar, a dejar sentir, a controlar el impuslo mecánico para hacerlo impulsos eléctricos que van y vienen, cuando dejamos que cada celula sienta por si misma, que cada parte del cuerpo se conecte y se encienda y suba el volumen de forma particular para lograr un volumen general que da más, que un solo rostro lindo...
Ellas sentían el calor bajo sus vestimentas. Diseños de ellas para ellas. El hombre ve un todo, no ve el decorado, no ve el detalle, pocos lo hacen. Ven si es deseable para sus propios estándares.
Él a lo lejos, en el jardín las veía...
La noche caminaba, los tragos llegaban. Uno, dos, tres... la hipnósis del brebaje que algunos aceptan que solo los Dioses merecen. Los movimientos de ambas en la medición de sensualidad aumentaban. Ellos sus mejores poses, sus mejores chistes... había que atraer a costa de lo que fuera, a costa de las verdades que parecían mentiras y de las mentiras bañadas en verdades.
Él sentado, relajado las miraba...
Risas, miradas entrecortadas, acercamiento de cuerpos y caras, danza evolutiva. Los labios se juntan, generan chispas mágicas; el deseo aparece pero es controlado. La especie femenina sabe que solo entrega cuando todo indica entrega. La especie masculina tiene prisa... entrega o pretende entregar; la sobreviviencia masculina suma un factor de 'control'; siempre hay otro acechando. Batalla y goce. Elementos que solo posterior a la intriga, puede anular la batalla.
Una se siente observada, ve solo una sombra, un pensamiento, una presencia... pero no ve claro. Se siente tocada, abrazada, sostenida. Mantiene el control; el descontrol es peligroso ante tanta mirada. Él solo observa sin ser observado, mirada penetrante, mirada segura, sabe tenerla, pero sabe no tenerla.
Noche porteña, noche de calor. Una besada y segura de su belleza, es bella, sin duda. Otra sostenida, sentida, acariciada en su mente... sabe que hay algo más que deseo.
El se levanta, sale y sigue caminando por la noche..."
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