Creo que me adelante con lo de CRISIS

Hablé de crisis hace algunas entradas, hablaba de la mía personal que está asumida y bajo control, perdidas y utilidades bajo control y productividad generando riqueza en aceleración; y mencioné por encimita la crisis económica mundial. Pasan dos semanas y pacatelas...

Leyendo entre otros pero de forma especial a Pierre Lemieux, economista del Departamento de Ciencias de la Administración de la Université du Québec en Outaouais (UQO), pienso:

"El actual desorden financiero es una crisis del capitalismo" dicen; "El capitalismo tuvo su oportunidad, es turno del socialismo" gritan emocionados miembros del Partido Laborista Británico y que por ya más de 100 años repiten todos los días nuestros amigos Marxistas. Pongo en duda esta emocionada expresión:

La crisis financiera se inicia el año pasado (2007) con la caída del mercado norteamericano de hipotecas subprime. La mitad de las hipotecas residenciales en Estados Unidos eran mantenidas o garantizadas por Fannie Mae y Freddy Mac, dos de las llamadas empresas fomentadas por el gobierno GSE (Government Sponsored Enterprises). En el ultimo año, estas dos GSE financiaron cuatro de cada cinco hipotecas. Fannie Mae fue creada en la Gran Depresión por Franklin D. Roosevelt; después Freddy Mac fue creada por el Congreso de los Estados Unidos en 1970. Gobernantes vestidos de financieros. Los inversionistas privados compraron emocionados valores emitidos por las dos GSE al amparo de que el gobierno federal nunca dejaría caer a estas compañías, lo que demostró ser cierto parcialmente la semana pasada cuando Washington las toma a su cargo, pero que ayer no fue apoyada más. Antes de que esta crisis comenzara, el mercado de Estados Unidos de hipotecas era un modelo socialista, que pregunto ¿funcionó?

El Community Reinvestment Act de 1977, mismo que impide a los prestamistas hipotecarios discriminar en contra de solicitantes, ayudo a tomar decisiones financieras erroneas. Ya que en cada etapa de una decisión financiera en un proceso hipotecario, algún regulador (que conste que no digo burocrata, que se enojan) esta listo para impedir discriminaciones.

La regulación tiene costos. En 1934 la poderosa Securities and Exchange Commision (SEC) impuso regulaciones de todo (todo es todo...) tipo a transacciones financieras, desde el registro de valores hasta la difusión de información corporativa. La Sabarnes-Oxley Act de 2002 extendió el alcance de la intervención de la SEC. (Recuerdo esta Ley cuando me ofrecieron realizar algunos negocios con relación a la misma y su instalación en empresas mexicanas dentro de la Bolsa Mexicana de Valores -2003. Me opuse bajo mi propia consigna de la libertad de mercados y desregulación. Me congratulo de no ser cómplice). Con ello el Departamento de Justicia fiscaliza a los funcionarios de las empresas. Cuando el Secretario del Tesoro Hank Paulson dice NO creo en un capitalismo sin regulación, no está revelando ningún hallazgo. Está reiterando lo que ha sido la política oficial norteamericana del último siglo. Como lo queramos ver, socialismo financiero con cara de capitalismo humanitario, o un capitalismo de estado con un fuerte olor a socialismo, escojan.

Obviamente el intervencionismo norteamericano a otros países ha dado lugar a una especie de estatismo financiero global.

Otra fuente de todo este relaj-ito (que para muchos será relaj-ote) es el incremento en la oferta monetaria provocado por la banca central norteamericana, el Sistema de Reserva Federal, resultando en una inflación creciente y en bajas de interés artificiales. Por muchos años, economistas de la Escuela Austriaca de Economía (de donde salen los premios Nobel Friederich von Hayek y Ludwig von Mises) advirtieron sonbre la amenaza del desastre si la moneda continua siendo bombeada en la economía ignorando o postergando los ajustes necesarios.

No hay ninguna razón para creer que el estado intervendrá o regulará eficientemente. El estado se compone por mujeres y hombres (políticos y burócratas enojones) que responden a sus propios intereses e incentivos. Si se puede expandir hipotecas, por asuntos de conveniencia política y posponer crisis, que afrontarán otras señoras y señores de este tipo, apuesto a que se hará.

A pesar de todo esto, han desarrollado falsas expectativas en la capacidad del estado para garantizar la estabilidad. Algunos inversionistas llegan a creer que cualquiera que sean los errores que cometan, tienen derecho a beneficios y que el estado lo garantizará (como esa idea "socialista" del trabajador que si gana la empresa participa, pero si pierde, eso si que no...). El rescate de Bear Stearns, las dos GSE's y AIG estimulan esa creencia.

Estoy convencido que estamos ante una falla del estatismo global; el socialismo una vez más demuestra que no es. Veamos...

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