Anónimos
Anonymus.
La foto muestra una escultura dedicada al autor de la "Gesta Hungarorum". Le llaman Magister P ó Anonymus. Se cree que se trataba del que fuese notario o canciller del Rey Bella III de Hungría. Se encuentra en los jardínes del Castillo de Vajdahunyad, en Buda - parte vieja de Budapest -. El castillo es una réplica del Castillo de Transilvania. Los húngaros adjudican a éste autor el nacimiento de Anónimo, a quien dedico esta entrada.
Anónimo que ayer escribiste y no una, dos veces; anónimo desgraciado ser invisible, oscuro y cobarde que no dejas leer tu nombre. Vámos aparece anónimo! envíame una carta, dejame leer tu perfume, dejame sentir tus huellas cobardes que en el papel imprimes y que sudan odio y venganza. Dejame ver los dobleces que los nervios te provocan el querer maldecirme, el querer clavar tu dolor que le pones autor en mi persona. Venga! gritalo! dejame ver tu rostro descompuesto y tus lagrimas que seguramente es más cómodo y más fácil decidir que fueron obra mía y que no son más que delirios de dolor que no pudiste verbalizar al mirar mis ojos, ni aceptar tus errores y cobardías culpandome, ojos que admiras y que deseas pero que quieres odiar, manos que sentiste y que aun quieres encima de tus celulas y de tu pelo y que deseas borrar, olor que anhelas y que quieres diluir en el olvido que tu misma decides construir.
Si! hablo de ti! Mujer! por que lo eres (no necesitas ser más obvia...), por que lo fuiste y que no podrás dejar de serlo jamás, fiel como dices que eres e infiel como muestras en tus miedos de asomarte fuera del anonimato... Tus palabras que me envías llenas de odio y de maldiciones se quedan en ti. A mi, me das materia para crear, para producir, para escribir, para voltear tus palabras fuertes y altisonantes en bellas construcciones de verbos y letras que te dicen que perdono tu insensatez y poca capacidad de ser... Te pido que me olvides, te pido que el veneno que ocupa tu mente donde era mi lugar, lo dejes en un vacio que carcoma tu soledad.
Ayer recibí tus dos mensajes, tus dos puñaladas que firmas con un anónimo... que cobarde puedes ser y que estupida la idea que pudiste tener de que yo jamás sabría que fuiste tu.
Deseo que olvides y como la muerte, que dejes de existir en mi, que yo dejo ahora de existir en ti... adiós cobarde que fuiste algo.
... Regreso a la alegría
La foto muestra una escultura dedicada al autor de la "Gesta Hungarorum". Le llaman Magister P ó Anonymus. Se cree que se trataba del que fuese notario o canciller del Rey Bella III de Hungría. Se encuentra en los jardínes del Castillo de Vajdahunyad, en Buda - parte vieja de Budapest -. El castillo es una réplica del Castillo de Transilvania. Los húngaros adjudican a éste autor el nacimiento de Anónimo, a quien dedico esta entrada.
Anónimo que ayer escribiste y no una, dos veces; anónimo desgraciado ser invisible, oscuro y cobarde que no dejas leer tu nombre. Vámos aparece anónimo! envíame una carta, dejame leer tu perfume, dejame sentir tus huellas cobardes que en el papel imprimes y que sudan odio y venganza. Dejame ver los dobleces que los nervios te provocan el querer maldecirme, el querer clavar tu dolor que le pones autor en mi persona. Venga! gritalo! dejame ver tu rostro descompuesto y tus lagrimas que seguramente es más cómodo y más fácil decidir que fueron obra mía y que no son más que delirios de dolor que no pudiste verbalizar al mirar mis ojos, ni aceptar tus errores y cobardías culpandome, ojos que admiras y que deseas pero que quieres odiar, manos que sentiste y que aun quieres encima de tus celulas y de tu pelo y que deseas borrar, olor que anhelas y que quieres diluir en el olvido que tu misma decides construir.
Si! hablo de ti! Mujer! por que lo eres (no necesitas ser más obvia...), por que lo fuiste y que no podrás dejar de serlo jamás, fiel como dices que eres e infiel como muestras en tus miedos de asomarte fuera del anonimato... Tus palabras que me envías llenas de odio y de maldiciones se quedan en ti. A mi, me das materia para crear, para producir, para escribir, para voltear tus palabras fuertes y altisonantes en bellas construcciones de verbos y letras que te dicen que perdono tu insensatez y poca capacidad de ser... Te pido que me olvides, te pido que el veneno que ocupa tu mente donde era mi lugar, lo dejes en un vacio que carcoma tu soledad.
Ayer recibí tus dos mensajes, tus dos puñaladas que firmas con un anónimo... que cobarde puedes ser y que estupida la idea que pudiste tener de que yo jamás sabría que fuiste tu.
Deseo que olvides y como la muerte, que dejes de existir en mi, que yo dejo ahora de existir en ti... adiós cobarde que fuiste algo.
... Regreso a la alegría
De todo lo que he leido... me quedo con una cosa.. " regreso a la alegria" Bienvenido a ella.. Somos muchos los que te estabamos esperando en ella. ;)
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