¿qué haces papá?

¿A qué me dedico?... surge de la pregunta de mi hija que titula esta entrada. Este blog perdurará más que mi vida, estoy seguro y tal vez incluso que la vidad de mis hijas; Luisa y Sofía. Espero que en especial, para cuando mi drama princess (Sofía) pueda leer, lea y aprenda como es su padre. Al menos sepa que efectivamente, escribe cuando quiere, como quiere y lo que quiere.

Estudie arquitectura. Lo hice por que siempre me gustaron los edificios. Recuerdo la primera vez que mis papas me llevaron a Nueva York; me impactó. Me impactaron dos cosas.

Primero, de niño los veranos viajaba a la ciudad de Reno, en el estado de Nevada, de Estados Unidos, por que el hermano de mi papá vivía (vive aún) allá y aprovechaban los veranos para deshacerse de mi... (seguro con besos y amor).

Allá mi vida era increiblemente aburrida, siempre lo mismo, los mismos vecinos, la misma vecina que de sonrisas, pasó a besos y pasaba cada verano a más y más, al tiempo que engordaba cada verano más y más, hasta que un buen día dejó de vivir ahí. Fuera de eso, no pasaba nada, iba a la escuela, estudiaba alguna cosa cada verano, viajaba en mi bicicleta y algo que sí me gustaba; buscaba construcciones.

Aprendí que allá hacen una casa en tan solo dos semanas, toda de madera, toda de tablas, todo con planos. Parecía fácil y conocí obreros. Platicaba con ellos y les decía que era de México y que allá las hacían de tabique, con cemento y se tardaban mucho más tiempo. Aquí se dió algo importante y definitivo.

Mi visión de Estados Unidos fue de inicio en esa pequeña ciudad (que mi tío adoraba pero que no visitaba, salir de su casa era como que un evento anual), en ese suburbio solo había casas y calles. En mi ciudad había de todo y por ello siempre vi a mi país como grande, enorme, desarrollado vs la ciudad de Reno y su suburbio de Sparks (chispita, como lo bautizé).

Años después (supe que para mis padres era un gran esfuerzo pagar mi avión y mi estancia con mi tío, mientras ellos trabajaban mucho) me llevaron a conocer Estados Unidos. No podía creerlo, sus ciudades, sus edificios, ¡el orden!... Volamos sobre la ciudad de Nueva York y quedé mudo... esos edificios encantaron mi visión, sentí emoción, escondía mi cara por que se me hacía nudo la garganta. Yo tenía que hacer algo así... comenzé a dibujar, tenía 11 o 12 años.

Así decidí cuando llegó el momento, estudiar arquitectura. Mi padre me condicionó a que a cualquier universidad que fuese, podría hacerlo, siempre y cuando trabajará medio tiempo. Qué el lo había hecho y no veía razón para que yo no lo hiciera. Gracias Papá, se lo que ello costo, gracias.

Hice examenes en varias universidades; La Salle, Ibero, Anahuac, UNAM e Intercontinental (UIC). Todas previamente analizadas con el, con un cuadro de análisis donde puse localización, costos, opcionales, relación con estudios avanzados en el extranjero y hasta planos de cada una. El me enseño a hacerlo y a la fecha lo hago mucho, cuando hay que elegir algo.

La sorpresa y el aplicar el cuadro vino cuando fuí aprobado en todas. Yo esperaba que en alguna me dijeran que no, tenía mis favoritas (por mis amigos). Pero en todas fuí aprobado. La verdad me sorprendió, nunca me consideré buen estudiante, siempre me sentí listo, pero no más. Con los años aprendí que no buscan buenos estudiantes, buscan mentes creativas.

Me fuí a la Ibero. Confieso que altere la tabla (si lo lees Papá... sorry :)). Pero tenía motivos sociales "de peso" en aquel momento. Pasaron los años... solo en dos ocasiones proyecté o sea, diseñé. Uno por encargo típico familar de "denle chance, está empezando" y el otro si, por haber logrado venderlo. Pero aprendí que solo diseñas para vender algo que esperan que construyas. No encontré, no busqué, no me coloqué como arquitecto proyectista, mi vida me convirtió en Diseñador - Constructor.

Al principio me gustó, pero poco a poco, la problemática que encierra una construcción me hartó. La regla es simple, pagó lo menos, quiero lo más. Mis utilidades parecían un pecado que nadie quería aceptar. Construí con indirectos (gastos + utilidad) del 15% y llegé a ridículos 3-4%... tal parecía que los constructores teníamos que ser caritativos con el mundo. No creo en la caridad.

Eso sí, aprendí mucho, sobretodo aprendí a leer mentes y leer deseos en otros. Miraba los ojos de mis clientes y sabía que querían ver, ahí si fuí bueno. Pero había que comer, además de seguir con ciertos lujos que siempre me he querido dar. Acabé haciendo carreteras en sudamérica. Ese fué el inicio del fin de JC the Builder.

Volví a México y a petición de un socio comenzé a conocer el mundo de construirle al gobierno. No daré detalles pero si hay algo que JAMÁS QUIERO VOLVER A HACER... es eso, construirle a quien no es dueño de su dinero. Nunca me sentí tán mal, tan podrido y tan INCONGRUENTE en mi vida. Fue la gota que derramó el vaso... dije adiós, guarde mi casco de obra.

Ahí inicié mi labor en oficinas. Aprendí de administración, de finanzas, de mercados, de análisis, de países y encontré otra pasión. Generar y hacer generar riqueza de forma ordenada y como llamo; corporativa.

Añoraba la obra y me daba vueltas, acudía a cuanta fiesta de 3 de mayo (día del albañíl) había. Pero el resto: traje y corbata.

Llegué así a hacer lo que hoy hago. Soy consultor. Estoy asociado a una firma de consultores fiscales, administrativos y financieros. Mi labor es en dos partes; una, tengo una cartera de clientes que atiendo en esas especialidades y segunda, de forma interna participo en la labor comercial y de relaciones públicas del grupo.

Somos más de mil personas en el grupo y atendemos a más de mil empresas. Entre abogados, contadores, financieros, ex-banqueros y empresarios; hay 1 arquitecto, ese puesto lo tengo yo. Participo en el hoy pequeño equipo llamado Corporativo ( somos 5) del grupo y cada día, hay algo nuevo que decir, aportar e inventar.

Hace algunos meses, me llamaron para proyectar arquitectura. Alguien por ahí vió algo y dijo llamenlo... Propuse solo hacer proyecto, el resto, la obra, quedaba en manos de otros. Ello me da 17 años después, el gusto de hacer algo que siempre quise hacer.

Hija, me dedico a ayudar a los empresarios a que hagan más dinero, por que con ello invertirán más en sus empresas y su gente, ganará más dinero. Doy consejo de como manejarlo y ponerlo como mejor y más productivo se vuelve. Les digo como pagar sus impuestos y cuanto deben de pagar, ni un peso más, ni un peso menos. Solo así con muchos, haciendolo bien, habrá más riqueza y muchos niños tendrán donde trabajar y tener la oportunidad de ganar más dinero. Acuerdate que somos un país con mucha pobreza; tenemos que crear y producir riqueza para que el que trabaje, lo gane.

Besos.

Comentarios

  1. Que increible lo transparente que eres, se nota a 10000 km de distancia, lo feliz y tranquilo que estas. te quiero mucho. gaby

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