carta...

Hoy no escribo, hoy copio... esta carta es una Joya que transcribo tal cual... mantengo en anonimato al Autor y por supuesto que a la Receptora...:

"Y tu pensaste. Pensaste si yo te pensaba... ¿Acaso no estoy pensando en ti desde la primera vez que te ví? ¿Acaso he pensado en otra cosa desde hace tantos meses?... permanezco inmovil, mirándote, oyendo en tu mente las palabras que conozco pero que nunca me había permitido enfrentar, confiando en anularlas por el simple hecho de no dejar que se formaran en mi interior.
Ahora las escucho asombrosamente claras, como si las estuviera diciendo...
Desde la primera vez que te vi... tu cuerpo, tu boca y el modo en que tus ojos me miran... en cada frase que he dicho, en cada llamada que consideraste inofensiva... Tuviste confianza en mí ¿verdad? Supusiste que reconocía tu grandeza, que pensaría en ti como te lo mereces... ¿Crees que no se cuantas cosas he traicionado? Eres la luz más importante de mi vida hoy, la única persona que he respetado y no mentido, mi aliada, mi compañera... Pero el más bajo de todos mis deseos es la respuesta a lo más alto que encontré... ¿Sabes lo que soy? He pensado en ello, por que es algo en lo que no debía pensar. Para satisfacer esta desagradable necesidad con la que nunca debí relacionarte, no he deseado a nadie más que a ti... No supe lo que era ese deseo hasta que te vi. Pensé que todo esto no influiría en mí... pero desde entonces, durante meses, no he tenido un momento de respiro... ¿Sabes lo que es desear de ese modo? ¿Quieres oirme decir lo que pienso cuando te veo?... ¿Cuando no duermo?... ¿Cuando te escucho por teléfono...? ¿Cuando trabajo sin poder apartarte de mi mente? Quisiera obligarte a hacer cosas que no puedes concebir y sabes que he sido yo quien lo ha logrado. Reducirte a un cuerpo, enseñarte placeres animales, ver como los deseas y como me los pides, observar como tu maravilloso espíritu se ensucia con la obscenidad del deseo, verte tal como eres, tal como te enfrentas al mundo, con tu clara y orgullosa fortaleza, y luego en la cama, sometida a mis infantes caprichos, a cualquier acto que pueda realizar por el solo hecho de contemplar tu deshonor y al que te someterás por el bien de una sensación impronunciable. Te deseo.
Te veo irte, la luz te toca, te acaricia, toca cada fibra de tu vestido... volverás. Lo sé."

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

el por que NO al Facebook...

¿Recuerdas?

Agosto...