Un poco sobre mi lema: Vive tu vida… no dejes que la vida te viva.

Mayo 15, 2005

A partir de uno de los links que en mi página los invito a conocer, ver Purple Cow, encontré el excelente manifiesto del consultor norteamericano, educado en Inglaterra: Hugh MacLeod.

Bien vale la pena tomarlo, leerlo y analizarlo, celebrando con él, un próximo primer aniversario el 18 de octubre. En los próximos días compartiré con ustedes el Manifiesto íntegro, por partes, dado que es extenso.

MacLeod enlista en 26 puntos, sus sugerencias para lograr una mayor creatividad en el arte, en los negocios o en cualquier actividad que nos apasione realizar. Remarco apasione, pues es la única fuente real y sostenida de inspiración, constancia y energía, que nos mueve, en TODAS las actividades que nos proponemos. Ojo, solo en las que nos proponemos, lo demás, olvídenlo.

1. Ignoren a todos.

HM: The more original your idea is, the less good advice other people will be able to give you.

MacLeod analiza que entre más buena sea una idea, menos consejo se puede recibir de los demás.

Suena muy simple, pero es increíblemente cierto. Además una buena idea, solo lo es, en un principio, para nosotros y ello es relativo pues si solo lo es para nosotros, no hay forma de compararlo con nada.

Las buenas ideas surgen y solo se conocen cuando se llevan a cabo. Compartir una buena idea, es perder el tiempo. Las relaciones humanas mucho se basan en el balance de juego de poder que existe entre ellas, se conoce al otro, se saben como tratarse, incluso, se llegan a poner en los zapatos del otro, en algunas circunstancias y se conocen sus acciones, reacciones y en casos cercanos, sus modelos de pensamiento y conducta.

Las buenas ideas cambian a las personas, compartir una buena idea es anunciar que si ello funciona, se cambiará de forma de ser, ello puede poner en riesgo la relación, puede poner en riesgo la necesidad del otro, de los otros y de las cosas que ya están. Surge la resistencia, en las relaciones, en el entorno, en el mercado y en el planeta…

Las buenas ideas encuentran primero resistencia. Ignorar a los demás, disminuye entonces, la primera gran barrera. No es gratuito que las buenas ideas, estén en pocas mentes, el costo de ignorar, es similar a la soledad y ello solo lo soportan unos cuantos.

2. La idea no tiene que ser grande, solo necesita cambiar al mundo.

HM: The more amazing your idea, the more people will click with your idea. The more people click with your idea, the more it will change the world.

Cuantas horas le dedicamos a admirar y en secreto a veces, envidiar al gran empresario que ha triunfado, al que es famoso, al que a trascendido, al actor, artista que además de ser rico, tiene todo lo que hemos deseado. Cuantas horas hemos trabajado y “creado” con esos ideales y envidias en mente… Cuantas empresas buscan emular el triunfo de la competencia e incluso llegar a tratar de disminuirlo, o incluso a menospreciarlo. Cuantas veces no hemos hecho a un lado -una idea- por que ello NO es importante, creando, esforzándonos, buscando -precisamente- todo lo anterior.

Muchas noches tuve ideas, desde hace años las escribo, primero las anotaba en múltiples papeles, grandes, chicos, en los planos de mis tareas en la Universidad, dibujaba y anotaba ideas que yo consideraba fantásticas y que nada tenían que ver con lo que mis maestros me solicitaban. Llego la laptop y entonces mi memoria se ocupaba en un 70% de escritos, un 20% de música y el resto, el 10% en perfecto orden, sintetizaba lo que mis actividades cotidianas demandaban. De hecho, en mis épocas de consultor, descubrí que en lo profesional, existe un hobbie que en algunos casos observé que llegaba a niveles neuróticos de almacenar documentos, palabras y papeles que NO servían, absolutamente para nada. Ese 10% nunca ha sido saturado.

Esas ideas y sobretodo el escribirlas me emocionan, me apasionan. Son mi verdadera pasión, hablarlas, compartirlas, decirlas y sobre todo, observar sonrisas de aprobación (por las ideas) son algo para mí, cercano al placer tántrico de estar cerca de Buda.

Es en ese momento que entendí lo que MacLeod nos dice, lograr que mucha gente crea en una idea. Eso si cambia al mundo. Además al ser apasionante, el escrutinio e incluso, la crítica son retos, son metas a vencer y generalmente refuerzan más esas buenas ideas.

Cambiar al mundo no es difícil, solo basta una buena idea, que muchos la crean y estén con ella y el resto, solo, increíblemente solo, se da y el mundo cambia.

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